El principal objetivo de este acuerdo es crear estrategias conjuntas entre las distintas ciudades para preservar el patrimonio comercial europeo.

El acuerdo se firmó en Barcelona en el marco del "I Día de los Comercios Emblemáticos de las Ciudades Europeas". El documento señala la necesidad de impulsar medidas gubernamentales y planes especiales que permitan reconocer la importancia de estos establecimientos y contribuir a su protección, conservación y puesta en valor con acciones que favorezcan su viabilidad económica, la conservación del patrimonio y su función comercial.

Además, añade que los establecimientos comerciales emblemáticos deben participar en la cocreación de políticas municipales para el comercio local, con el fin de garantizar su competitividad y avanzar en la profesionalización del sector y la digitalización, a través de la formación y el asesoramiento jurídico.

Las cuatro ciudades consideran que es necesario crear una carta internacional de tiendas históricas en la que se determine, de forma consensuada, qué se considera establecimiento emblemático o singular y donde se definan sus diferentes tipologías con los niveles de protección patrimonial (patrimonio, mobiliario, materiales correspondientes) y cultural (creatividad), de forma que se puedan definir instrumentos para la protección y puesta en valor de este tipo de establecimientos. En este sentido, es imprescindible la creación de unidades de gestión especializadas en las administraciones públicas en las que participe también el sector privado.