Moody's mantiene una perspectiva estable para el sistema bancario portugués durante los próximos 12 a 18 meses, considerándolo "globalmente resistente" en el actual contexto de política monetaria restrictiva.

La agencia de calificación financiera -que emite calificaciones para siete bancos portugueses (CGD, BCP, Santander Totta, Novo Banco, BPI, Caixa Central de Crédito Agrícola Mútuo y Montepío)- prevé que la morosidad de los bancos portugueses "aumente ligeramente a medida que la inflación erosione los presupuestos de los hogares y las empresas y los tipos de interés más altos incrementen los costes del servicio de la deuda".

Por otro lado, prevé que la rentabilidad del sistema bancario aumente, reflejando un incremento de los intereses de los préstamos superior al de los intereses de los depósitos. "Esto compensará el aumento de los gastos de explotación y los mayores costes del crédito".

Las perspectivas de Moody's también apuntan al mantenimiento de la estabilización de los ratios de capital de la banca portuguesa, ya que el aumento de los activos ponderados por riesgo y el pago de dividendos se compensarán con la generación interna de capital.

"La amplia y resistente base de depósitos y los considerables activos líquidos seguirán apoyando la liquidez y la financiación de los bancos, permitiendo un rápido reembolso de los préstamos al Banco Central Europeo (BCE)", añade.