Sin embargo, las estructuras societarias offshore han sido controvertidas debido a las implicaciones que conllevan. Estos riesgos han dado lugar a cambios en la legislación para regular la práctica de poseer propiedades a través de una sociedad limitada.

Mientras que las estructuras offshore pueden proporcionar ciertos beneficios, aquellos que poseen activos inmobiliarios portugueses en jurisdicciones offshore incluidas en la lista gris o en la lista negra se enfrentan a riesgos y desafíos significativos. Y no es sólo donde la empresa real está domiciliada que es el problema; si una empresa offshore es servida por los funcionarios que se basan en este tipo de jurisdicciones, también pueden enfrentar un momento difícil. Analizamos las implicaciones de mantener activos inmobiliarios en estas jurisdicciones y las ventajas de redomiciliar las empresas en lugares más favorables.

Los peligros de las jurisdicciones grises y de la lista negra

El Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), organismo internacional responsable de la lucha contra el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo, clasifica a los países con deficiencias estratégicas en sus medidas contra el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo en la lista gris o la lista negra. Los países incluidos en la lista gris se han comprometido a subsanar las deficiencias detectadas, mientras que los países incluidos en la lista negra suponen un riesgo significativo para el sistema financiero internacional.

Para los propietarios expatriados con conexiones con jurisdicciones incluidas en la lista gris o negra, las implicaciones pueden ser de gran alcance. Una de ellas es un mayor escrutinio. Los organismos reguladores, los bancos y otras instituciones financieras suelen vigilar de cerca las transacciones relacionadas con jurisdicciones de alto riesgo. Esto puede dar lugar a investigaciones más exhaustivas, retrasos en las transacciones y requisitos de documentación adicionales.

El daño a la reputación es otra consecuencia de poseer bienes en jurisdicciones de la lista gris o la lista negra. El estigma de la asociación con una jurisdicción de alto riesgo puede empañar la reputación tanto de particulares como de empresas, dificultando la captación de inversores o el establecimiento de asociaciones.

También puede haber quebraderos de cabeza fiscales y problemas legales. Los gobiernos pueden imponer tipos impositivos más elevados o requisitos especiales de información a quienes estén relacionados con jurisdicciones grises o incluidas en la lista negra, lo que podría aumentar la carga fiscal sobre los activos inmobiliarios portugueses. El incumplimiento de las normativas internacionales, como las relacionadas con las principales leyes de lucha contra el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo, puede acarrear sanciones legales para las personas y empresas relacionadas con jurisdicciones de alto riesgo.


La implicación final, y de ningún modo la última, son los mayores obstáculos financieros y la burocracia adicional. Los bancos y las instituciones financieras pueden mostrarse más reacios a prestar servicios a quienes estén relacionados con jurisdicciones grises o incluidas en la lista negra, debido al mayor riesgo de blanqueo de capitales u otros delitos financieros.

Traslado a jurisdicciones favorables

Si desea mitigar los riesgos asociados a las jurisdicciones grises y de la lista negra, la redomiciliación de empresas a jurisdicciones de la lista blanca puede ser una opción atractiva para quienes esperan una vida más fácil. Las empresas en jurisdicciones más reputadas, incluidas en la lista blanca, generalmente disfrutan de menos restricciones y mayor transparencia y cumplimiento, lo que las hace más atractivas para inversores y socios comerciales. Domiciliar su empresa offshore dentro de las jurisdicciones de la lista blanca también puede reducir los niveles de escrutinio regulatorio, lo que resulta en transacciones más fluidas y menos retrasos relacionados con el cumplimiento.

La importancia de los proveedores fiduciarios de confianza

Volver a domiciliar una empresa de una jurisdicción de alto riesgo a una ubicación más favorable puede ser complejo y llevar mucho tiempo, ya que requiere un amplio conocimiento de las leyes, normativas y mejores prácticas internacionales. Buscar la orientación de una empresa de confianza con experiencia en redomiciliación puede ayudar a navegar por este intrincado proceso, garantizando el cumplimiento de toda la normativa aplicable y una transición sin problemas a la nueva jurisdicción.

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