El lanzamiento estaba previsto para el jueves, pero se aplazó a hoy a las 13:14 (hora de Lisboa) debido a las condiciones meteorológicas adversas, en caso de que hubiera riesgo de rayos.

El cohete europeo Ariane 5 que transportará el satélite partirá de la ESA en Kourou, Guayana Francesa, donde Portugal, miembro de la ESA, estará representado por el presidente de la agencia espacial portuguesa Portugal Space, Ricardo Conde.

La misión cuenta con el ingeniero aeroespacial Bruno Sousa como director de operaciones de vuelo y con el ingeniero de antenas Luís Rolo para probar dos antenas de dos de los diez instrumentos del satélite, una sonda radar y un radiotelescopio. Ambos trabajan en la ESA desde hace más de diez años.

El satélite 'Juice' (acrónimo de JUpiter ICy moons Explorer, Explorador de las Lunas Heladas de Júpiter) incluye componentes, como revestimientos térmicos, sistemas de campo magnético y navegación autónoma e instrumentos, como monitores de radiación y paneles solares, fabricados por las empresas LusoSpace, Active Space Technologies, Deimos Engenharia, FHP - Frezite High Performance, Efacec y LIP - Laboratorio de Instrumentación y Física Experimental de Partículas.

El "Jugo" estudiará el planeta más grande del Sistema Solar y las lunas Europa, Ganímedes y Calisto, donde los científicos creen que puede existir agua líquida (elemento fundamental para la vida tal y como la conocemos) bajo las costras de hielo de la superficie.

La misión de la ESA, que reportó a las empresas portuguesas implicadas 5,4 millones de euros en contratos, fue concebida para averiguar si habrá lugares alrededor de Júpiter y en el interior de las lunas heladas con las condiciones necesarias (agua, energía, estabilidad y elementos biológicos ) para albergar vida.

El satélite debería llegar al gigante gaseoso, aprovechando la gravedad de la Tierra y Venus en distintos momentos, al cabo de ocho años, en julio de 2031, realizar 35 vuelos cercanos a las lunas heladas (descubiertas por Galileo hace 400 años) y alcanzar Ganímedes en diciembre a partir de 2034.

Será la primera vez que un satélite artificial orbite una luna de un planeta distinto de la Tierra.

Los primeros datos científicos se esperan para 2032.