Según Bloomberg, con esta medida se espera evitar que miles de aves migratorias mueran atropelladas por las aspas que giran a gran velocidad. Los estudiantes han creado un modelo para predecir las pautas migratorias y avisar a las empresas energéticas con dos días de antelación para que ajusten la velocidad de rotación de las aspas y reduzcan al mínimo las pérdidas de energía durante ese periodo.