La agencia Lusa habló con responsables de los dos mayores grupos con campos de golf en el sur del país, que subrayan que ya han tomado medidas para reducir el consumo, pero que necesitan empezar a recibir más agua de las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (EDAR).

El Algarve oriental se encuentra en una situación de grave sequía, pero el barlavento (oeste) también sufre la falta de lluvias y la escasez de agua, lo que ha llevado a las autoridades a buscar medidas para minimizar los efectos de la sequía, sin perjudicar al principal sector de la región, el Turismo.

"Hay que invertir lo antes posible. Llevamos dos años hablando de invertir, pero se han dado muy pocos pasos concretos sobre el terreno", afirmó el administrador del Grupo Pestana para el Algarve, Pedro Lopes.

El responsable lamentó la existencia de una serie de inversiones previstas desde hace varios años y que continúan sin salir de la mesa de dibujo, como las previstas en la construcción de una desalinizadora, en las redes de agua, en los colectores para la EDAR o en las fugas de la red, entre otras.

El administrador del grupo propietario de cinco de los cerca de 40 campos del Algarve asegura que, en los últimos años, la reducción del agua utilizada en el riego de los cinco campos de golf es de "un tercio a un 40%", habiéndose tomado una serie de medidas, como la utilización de nuevas variedades de césped que requieren menos agua.

"Aquí se pueden ver [los campos]. [Algunas partes] están incluso un poco parduzcas en algunos puntos, precisamente porque reciben menos agua y menos fertilizantes", dijo Pedro Lopes, señalando el campo de golf de Gramacho, en Carvoeiro, municipio de Lagoa.

El director del Grupo Pestana aseguró que están utilizando "mucha menos agua" que hace tres años, insistiendo en que ahora "es imprescindible" conectar los campos de golf a la EDAR.

Pedro Lopes no duda de que "el agua [de la EDAR] que hoy se desperdicia, yendo a los ríos y al mar, [...] se puede utilizar en los campos de golf en verano, que es cuando más la necesitan".

El director del Grupo Pestana subrayó que los 40 campos de golf del sur del país "siempre están buscando nuevas tecnologías y formas de ahorrar agua. No sólo por su coste, sino también porque es un recurso muy escaso", subrayó.

"Ya hay tres [campos] conectados [a EDAR] en el Algarve, pero muchos más tienen que hacerlo", subrayó Pedro Lopes.

El Grupo Pestana empezará el próximo verano a utilizar agua de EDAR en dos de sus campos de golf del Algarve, en un momento en que hay más turistas en la región y las depuradoras producen más.

Por su parte, Rui Grave, director de mantenimiento de los campos de golf del Grupo D. Pedro (Vilamoura), que también cuenta con cinco campos en el sur del país, destacó el esfuerzo realizado por su empresa en los últimos años para reducir la cantidad de agua utilizada para el riego.

"Estamos, año tras año, utilizando siempre lo mínimo imprescindible y sólo lo necesario", afirmó el responsable del mantenimiento de los campos que, en el caso de este grupo, utiliza agua subterránea.

Cada hectárea de campo de golf consume una media de 8.000 metros cúbicos (m3) de agua al año, con variaciones en función de la tecnología y los sistemas de riego instalados, según Rui Grave.

"Cualquier uso inteligente del agua implica un conjunto de medidas. En este caso, estamos hablando de hierba adaptada a la escasez de agua, hablando de sistemas de riego que rieguen estrictamente lo necesario y en la cantidad necesaria, es decir, que sean muy versátiles, sistemas de bombeo que consigan mantener un caudal y una presión adecuados", dijo.

En cuanto al uso de aguas residuales en el riego de estos campos de golf, Rui Grave reveló que el proyecto "está en una fase casi final" y para 2025 espera que "al menos dos o tres campos estén regados en su totalidad con aguas residuales".

"Hay un gran esfuerzo por parte de Águas de Portugal, por parte de Águas do Algarve, por parte de la APA [Agência Portuguesa do Ambiente], por parte de los campos de golf para que el agua venga de la EDAR con la calidad suficiente para mantener nuestros campos en buenas condiciones, sin poner nunca en riesgo la salud pública".

El responsable defendió también que no hay motivo de crítica en el sentido de que los campos de golf desperdician mucha agua, lamentando que la creación de esta idea sea "difícil de desmontar" y defendiendo que el agua en el sector del golf se utiliza con inteligencia y eficiencia.