En declaraciones a los periodistas, José Luís Carneiro declaró que parte de los ingresos relacionados con el control automático de la velocidad se utilizarán para "financiar la eliminación de los 'puntos negros' en las carreteras portuguesas", ya sean carreteras municipales o en los cruces entre carreteras locales, carreteras municipales y carreteras nacionales".
El cálculo realizado en 2022 es de unos 26,3 millones de euros.
El Gobierno planea utilizar "parte de estos ingresos para invertir en contratos locales de seguridad vial que se establecerán con los municipios para que estos puedan invertir en la eliminación de obstáculos, que contribuyen a los accidentes", dijo.
José Luís Carneiro también anunció que el 20 de septiembre llevará a la Asamblea de la República la propuesta de una estrategia integrada de Seguridad Vial que tendrá tres vertientes.
Según el ministro, el primero tiene que ver con las actitudes y los comportamientos, ya que las tres principales causas de accidentes de tráfico están asociadas a actitudes y comportamientos relacionados con el exceso de velocidad, el consumo excesivo de alcohol y la conducción con el teléfono móvil.
En segundo lugar, está previsto avanzar en un plan integrado con el Ministerio de Infraestructuras y los municipios para eliminar los llamados puntos negros.
José Luís Carneiro recordó que los puntos negros contribuyen a ser una de las causas de los accidentes de tráfico.
El tercer eje tiene como objetivo crear mejores condiciones para la asistencia de emergencia siempre que se produzcan accidentes en las carreteras nacionales.