Más de 16 años después de que Madeleine McCann desapareciera del apartamento alquilado por sus padres en Praia da Luz, en el Algarve, la intervención de las autoridades portuguesas está llegando a su fin. En Portugal, la investigación hace tiempo que debería haber concluido. La prescripción del delito de asesinato, que termina a los 15 años, sólo se interrumpió con la constitución de Christian Bruckner como acusado, pero el plazo no puede prolongarse eternamente.
El único sospechoso de la desaparición del niño inglés, Christian Bruckner, está en prisión en Alemania, por la violación de una septuagenaria americana también en Praia da Luz. El alemán, de 46 años, se prepara para ser juzgado en Braunschweig por otros cinco delitos cometidos en el Algarve, el próximo año. Bruckner se enfrenta a tres cargos de violación y dos de acoso a menores. Uno de los acosos afectó a un niño inglés en la playa de Salema, justo un mes antes de la desaparición de Madeleine McCann.
El fiscal de Braunschweig, Hans Christian Wolters, insiste en que tiene "pruebas materiales" de que Madeleine está muerta y de que el asesino es Christian Bruckner. Sin embargo, tres años después de la revelación, el único sospechoso no ha sido acusado.
El programa"Panorama" de la BBC, uno de los principales programas de investigación de la televisión pública inglesa, asegura que los McCann guardan silencio tanto sobre las últimas pistas que apuntan a la muerte de su hija como sobre la disculpa que les pedirá PJ este mismo año.
El caso comenzó a ser investigado por el inspector Gonçalo Amaral, que acabó destituido tras haber hecho comentarios públicos sobre el mismo a un periódico. El ex inspector publicó posteriormente un libro y un documental en los que acusaba al matrimonio McCann de asesinar a su hija y simular un secuestro. Gonçalo Amaral mantiene esta tesis hasta hoy, a pesar del proceso judicial que le enfrentó a los McCann y que acabó ganando en septiembre del año pasado en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Aun así, la hipótesis de investigación que planteó fue completamente desacreditada por todas las autoridades implicadas. La propia PJ, dirigida actualmente por Luis Neves, se mantiene al lado de la policía alemana, al considerar que el único sospechoso "creíble" es el alemán Christian Bruckner, que vivió en Portugal entre 1998 y 2017.