"Me preocupa la posibilidad de que una parte significativa de los 2.500 antiguos titulares de licencias AL se sumen al número de camas no registradas en el municipio, con todo lo que ello implica", declaró José Carlos Rolo a la agencia Lusa.
El municipio del Algarve, en el distrito de Faro, es el tercero del país, después de Lisboa y Oporto, en número de licencias de alojamiento local, sector en el que los propietarios debían acreditar el mantenimiento de las actividades de explotación, hasta el 13 de diciembre, so pena de ver suspendidas las licencias para ejercer la actividad.
Para el alcalde, la decisión del Gobierno de actualizar el número de AL "no ayudará a resolver el problema de la vivienda" como pretendía el Ejecutivo.
Según las cifras facilitadas a Lusa por el alcalde de Albufeira, el número de licencias AL en el municipio cayó de unas 9.000 a unas 6.500.
"No sé qué harán los que no han confirmado la actividad, pero el problema es que las camas paralelas escapan al control de las autoridades y pueden incumplir una serie de normas de seguridad que se les exigía para tener licencia", afirma José Carlos Rolo.
El edil teme que se produzca un retroceso en un modelo que permitía "regular y recalificar" las anteriores camas paralelas, aportando mejoras en cuanto a la calidad del servicio y una mayor eficiencia en la fiscalidad de la actividad.
Las medidas previstas para AL en el marco del programa nacional Mais Habitação, que entró en vigor en septiembre del año pasado, han sido objeto de contestación.