"Es posible reducir las pérdidas [de agua] en uno o dos años haciendo las cosas bien. Quien tiene pérdidas del 40% o 50% no tiene legitimidad para subir las tarifas. No puedo pedir que mis consumidores paguen más, para pagar mi ineficacia", afirmó Joaquim Poças Martins, durante el "Encontro Fora da Caixa", celebrado en Faro y organizado por la Caixa Geral de Depósitos.
En Portugal hay casi 300 entidades gestoras de agua, 150 de ellas tienen pérdidas superiores al 20% y la pérdida media en el país es del 37%, dijo el especialista en gestión del agua.
"No tiene sentido tener sistemas de suministro de agua con pérdidas del 50%. Para reducir las pérdidas al 20% no hace falta dinero. No hay excusas para no reducir las pérdidas. Con medidas de gestión, se puede hacer", subrayó.
Las pérdidas, prosiguió Poças Martins, "no son una enfermedad", sino "un síntoma de dos cosas: o mala gestión o falta de dimensión. Ambas cosas pueden y deben resolverse".
El ex secretario de Estado de Medio Ambiente, en el último Gobierno presidido por Cavaco Silva, también garantizó que "en las próximas décadas, el Algarve no tendrá escasez de agua para el abastecimiento público", gracias a las soluciones de la futura desalinizadora de Albufeira, cuyo contrato de construcción se firmó el martes, y la captación de agua del río Guadiana por Pomarão, en el municipio alentejano de Mértola.
"Es una buena solución, pero no deja de ser una derrota de la gestión", dijo el experto sobre la desalinizadora, que consideró "discutible", porque "podría no haber sido necesaria".
Además de los 15 millones de metros cúbicos al año de pérdidas de agua en los sistemas municipales de abastecimiento de la región, Poças Martins explicó que, en el Algarve, hay 40 millones de metros cúbicos al año que, "felizmente, se vierten al mar de aguas residuales tratadas", y que podrían utilizarse para regar campos de golf y tierras agrícolas.
En la misma conferencia, el presidente del consejo de administración de la Entidad Reguladora de los Servicios de Aguas y Residuos(ERSAR) advirtió que las nuevas soluciones para paliar la escasez de agua en el Algarve no estarán disponibles antes de 2026 y que la región necesita afrontar el corto plazo con realismo.
"Incluso en el contexto de la aplicación de medidas restrictivas, el consumo de agua en el Algarve en septiembre [de 2024] aumentó sustancialmente en comparación con el consumo de agua en el Algarve en septiembre de 2023 (...) Todavía tendremos el verano de 2025 sin una planta desalinizadora y lo que vemos, en la práctica, es que no hay reducción del consumo", mantuvo Vera Eiró.