A principios de año, después de que los bancos presentaran sus resultados para 2023, en varios casos los más altos de la historia, los mercados consideraron que se había alcanzado un "pico" excepcional (DBRS calificó de "tremendos" los beneficios de la banca europea). Para este año, pronosticaban, el sector seguiría siendo muy rentable, pero a niveles más bajos debido a la caída de los tipos de interés y a una situación económica y geopolítica incierta.
Sin embargo, a menos de un mes para el final de 2024, la previsión es que este año los beneficios superen a los de 2023, una tendencia en Portugal pero también en Europa. Sólo hasta septiembre, los beneficios agregados de los cinco mayores bancos que operan en Portugal (Caixa Geral de Depósitos, BCP, Novo Banco, BPI y Santander Totta) fueron de 3.900 millones de euros, un 19% más en comparación con los nueve primeros meses de 2023. "Dijimos que 2023 iba a ser el mejor y después de todo...", dijo el analista de la agencia de calificación DBRS Jason Graffam, contactado por Lusa.