El balance fue divulgado por la PSP, que reveló haber controlado a más de 9,5 millones de personas en los aeropuertos portugueses en los seis primeros meses del año. El mismo cuerpo policial reveló que se interceptó a más de 15.600 personas y se impusieron medidas cautelares en 6.052 casos.
En total, se abrieron 77 expedientes de expulsión judicial y 23 de expulsión coercitiva. Según el PSP, también se ayudó a 142 ciudadanos a regresar voluntariamente a su país de origen. También hubo 150 solicitudes de protección internacional.
El PSP ejerce sus funciones de control fronterizo en nueve puestos fronterizos situados en los aeropuertos de Lisboa, Oporto, Faro, Beja, Madeira, Porto Santo y Azores (Santa Maria, São Miguel y Terceira/Aerogare das Lajes).
Aunque no se consideran puestos fronterizos aéreos, la PSP también ejerce funciones de control fronterizo en el aeródromo de Tires y en el aeropuerto de Horta.






