Esta tarde, durante una conferencia de prensa, Graça Freitas anunció que las pruebas rápidas "entrarán en vigor a partir del 9 de noviembre para que todos los agentes tengan tiempo de adaptarse". Explicó en qué contexto deberían utilizarse: "deberían ser examinados regularmente las personas con síntomas en los primeros cinco días de presentar los síntomas, las personas sin síntomas pero en una situación de brote y los profesionales de la salud ".

Tras la publicación de este documento, "las pruebas deben ser realizadas por equipos de servicios de salud de intervención rápida (incluyendo la obtención de pruebas de laboratorio en menos de 12 horas) en articulación con los socios municipales, u otros, con el fin de aplicar rápidamente las medidas de salud pública adecuadas".

Además, el Secretario de Salud declaró que "una persona sobre la que pesan fuertes sospechas de que se ha realizado una prueba rápida con resultado negativo la obliga a someterse a una prueba de PCR (con un bastoncillo de algodón)", subrayando que "la ventaja de las pruebas rápidas es su rapidez". La estrategia del Servicio de Salud es la misma: probar, seguir, examinar, aislar y ahora añado humanizar", subrayó Graça Freitas.