Según las autoridades, la sustancia ilegal fue detectada durante dos inspecciones en el aeropuerto de Lisboa, donde se incautaron 32 kilos en una maleta y 31 kilos en otro equipaje, ambos transportados por pasajeros procedentes de Brasil. A principios de septiembre, la aduana afirmó que había incautado 208 kilogramos de cocaína, también escondida en bolsas de viaje en un vuelo procedente de Brasil.