"Si no llueve en noviembre y diciembre, tendremos que empezar a racionar el agua", advirtió el presidente del Centro Regional del Algarve de Quercus, Claúdia Sil.

Cláudia Sil dijo a la Agencia de Noticias Lusa: "La medida más importante en este momento en el Algarve es la suspensión de las emisiones de las licencias de uso de los recursos hídricos. Esto incluye la plantación de especies tropicales que se adaptan bien al clima existente pero que consumen mucha agua, algo que actualmente no existe en el Algarve".

Cláudia Sil dijo que "el riego de las explotaciones agrícolas y campos de golf representa el 67 por ciento del total de agua consumida" en la región, argumentando que "la única manera" de controlar esto es la "no emisión de licencias", impidiendo el uso del agua para el riego.

La asociación ambientalista destaca el bajo nivel de las presas del Algarve con Bravura por debajo del 15 por ciento, tres entre el 20 y el 30 por ciento (Odeleite, Arade y Beliche) y sólo dos por encima del 50 por ciento (Funcho y Odelouca).

Los ecologistas consideran que "la población no tiene ni idea del riesgo" y lamentan que no haya conciencia para tomar "medidas para reducir, ahorrar y reutilizar" el agua en sus hogares, "algo que ha sido históricamente tradicional en el Algarve".