Según Chantal Camps de Gispert, en los cuatro años de actividad de GoodAfter - la plataforma fue lanzada en 2016 por una "start up" en Oporto - ya se han vendido más de 225 toneladas de productos a los mercados de Portugal y España, donde la empresa opera.

En una entrevista con la agencia Lusa, en el marco del Día Mundial de la Alimentación, que tuvo lugar el 16 de octubre, el cofundador de la empresa explicó que la plataforma comercializa productos alimentarios y no alimentarios próximos al final o fuera del período de consumo preferente, con descuentos de hasta el 70 por ciento sobre el precio medio, pero "con plenas garantías de seguridad alimentaria".

"Hoy en día los portugueses tienen una mayor conciencia del desperdicio de alimentos y una noción de seguridad total de lo que significa consumir productos que están al límite, o superan, la fecha de consumo preferente", dijo Chantal Gispert.

Con la crisis de la pandemia, la demanda de los consumidores en los dos países en los que opera GoodAfter se ha disparado, con la empresa "completamente bajo presión, con miles de pedidos", desde marzo, lo que se tradujo en un crecimiento del 250 por ciento de las ventas durante los meses de la pandemia.

"Hoy en día esta presión continúa y se debe también a la crisis económica, ya que ofrecemos tres cosas en una: calidad, lucha contra el despilfarro y precio", señaló, añadiendo que la plataforma cuenta actualmente con más de 7.000 clientes, la mitad de los cuales son "clientes fieles".

"Queremos despertar y concienciar a la gente sobre el cambio de hábitos y comportamientos ambientales y más saludables, permitiendo así, a través de un cambio de mentalidad y de comportamiento, la reducción del volumen de residuos de alimentos y mejorando la dieta y la salud de las personas", dijo.

Los proveedores de GoodAfter van desde los propios fabricantes de productos hasta los distribuidores, supermercados y pequeñas tiendas de comestibles, ya que "todos ellos tienen problemas de validez, líneas discontinuas/obsoletas o productos de temporada".

La mayor parte de la mercancía se compra en Portugal, pero la empresa también tiene proveedores en países como España, Francia, Italia y los Países Bajos.

Los productos que se venden en la página web de GoodAfter van desde productos alimenticios como conservas, conservas y otros, hasta productos no alimenticios como champús, suavizantes o productos de limpieza, y la plataforma trabaja con marcas como Renova, Jerónimo Martins, Reckitt, Henkel, Cerealis, Nicola, Condi y Nobre.

La plataforma logística del supermercado online está ubicada en el Hipercentro Areosa de Oporto, donde se almacenan y recogen los productos, de donde se envían a Portugal (responsable del 70 por ciento de las ventas) y a España.

Los gastos de transporte (a cargo del comprador) son de 3,95 euros en Portugal y de 4,95 euros en España, con envío gratuito en los pedidos de 49 euros o más.

En Portugal continental las entregas se realizan en uno o dos días hábiles, mientras que para España se realizan en los dos o tres días hábiles siguientes al pedido.

Operando con la aprobación de la Autoridad de Seguridad Alimentaria y Económica (ASAE) y el dictamen positivo de la Dirección General de Alimentación y Veterinaria (DGAV), GoodAfter explica que no sólo comercializan productos caducados, sino también productos con una fecha de consumo preferente, hasta la cual las marcas aseguran la perfecta calidad de los mismos (diferencia entre "Best before" y "recommended use by date").

"Más allá de ese límite, los productos pueden ser consumidos y comercializados de manera legal, ya que la seguridad alimentaria no se pone en duda, y pueden venderse a precios sustancialmente más bajos, lo que supone un gran ahorro en las facturas de los consumidores", explicó.

Asumiéndose como "una solución claramente 'verde'", este proyecto de origen portugués tiene como objetivo reducir el desperdicio de alimentos, los desechos y la contaminación resultantes de su eliminación y cuenta actualmente con un equipo de ocho personas en Oporto.