La asociación ambientalista ha puesto de relieve sus dudas sobre los aspectos "ambientalmente sostenibles, renovables y respetuosos del medio ambiente" de los centros.

Si bien Zero tiene inquietudes, los sucesivos gobiernos han anunciado desde 2006 que el uso de los centros de biomasa beneficia a los bosques, a la población y a las economías locales. Sin embargo, "lo que vemos es la existencia de una explotación insostenible del bosque con la quema de madera de calidad para la producción de electricidad", lo que es malo para los consumidores.

Según la Agencia de Noticias Lusa, Zero añade que "la quema de biomasa forestal contribuye a la emisión de grandes cantidades de gases de efecto invernadero a la atmósfera, así como a la destrucción de ecosistemas cruciales para la captura de carbono, retrasando la lucha contra el cambio climático durante décadas".

Con 21 centros de biomasa autorizados en Portugal, que consumen anualmente alrededor de cuatro millones de toneladas, Zero también afirma que la ubicación de los centros "no siempre ha sido la más correcta", señalando al centro de Fundão como "el caso más llamativo".

Según Lusa, algunos centros están instalados "a menos de 500 metros de las casas", y funcionan las 24 horas del día. Esto es objeto de quejas por el excesivo ruido y la mala calidad del aire y los efectos de la falta de un estudio de impacto ambiental, "que no es obligatorio para las inversiones con una potencia inferior a 50 megavatios".