El Presidente de la República ha reafirmado que "cualquier comportamiento racista o xenófobo es reprensible e intolerable", y debe ser castigado, pero ha añadido que los portugueses son "por regla general" respetuosos con los "derechos fundamentales y la dignidad de las personas".

"El Presidente de la República subraya, una vez más, que cualquier comportamiento racista o xenófobo es condenable e intolerable, y debe ser debidamente castigado, independientemente de la víctima", dice una nota publicada en la página web de la Presidencia.

Marcelo Rebelo de Sousa señala que "no vale la pena negar que hay, desgraciadamente, personas racistas y xenófobas entre nosotros", pero subraya que "no se puede, ni se debe, generalizar, ya que el comportamiento de la sociedad portuguesa es, por regla general, respetuoso con los derechos fundamentales y la dignidad humana".

Y añade que "lo mismo puede decirse, en concreto, de las comunidades de los países de lengua portuguesa, que han ido aumentando su presencia" en Portugal y "son un motivo de gratitud y orgullo".

"La sociedad portuguesa está formada por personas de los más variados orígenes, que llegaron aquí hace pocos o muchos años, algunos desde hace siglos, viven aquí, trabajan, crían a sus familias: no hay 'portugueses puros', todos somos descendientes de diversas culturas, civilizaciones y orígenes".

"Todos somos transmigrantes, todos tenemos familia y amigos que viven o han vivido fuera del marco geográfico físico del país; como tantos que encuentran aquí una vida mejor. Y todos somos Portugal", defiende Marcelo Rebelo de Sousa.

Alegaciones de racismo

A pesar de no mencionar el caso, esta nota del jefe de Estado portugués llega dos días después de que la actriz, modelo y presentadora brasileña Giovanna Ewbank denunciara en las redes sociales que sus hijos fueron víctimas de racismo en un restaurante de la Costa de Caparica.

Una familia de turistas angoleños que, al parecer, también se encontraba en el restaurante, también fue víctima de racismo por parte de una mujer intoxicada, que fue detenida por las autoridades.

"Comunicamos que los hijos de la pareja Giovanna Ewbank y Bruno Gagliasso fueron víctimas de racismo en el restaurante Clássico Beach Club, en Costa de Caparica, Portugal, este sábado 30 de julio, donde la familia pasa sus vacaciones", reza un comunicado difundido por la oficina de prensa de la actriz brasileña.

"El delincuente les pidió que abandonaran el restaurante y volvieran a África, entre otros disparates proferidos a los niños", añade la misma nota.

La pareja brasileña ya ha confirmado que presentará una denuncia ante las autoridades.

El domingo, en una publicación en Twitter, el ex jefe de Estado brasileño y candidato presidencial Lula da Silva se solidarizó con las familias brasileñas y angoleñas presuntamente víctimas del racismo, considerando que "ninguna madre o padre merece ver a sus hijos ser víctimas de insultos racistas".