El objetivo, según el municipio, es garantizar la preservación de "un valioso hallazgo patrimonial", cuya construcción se estima que tuvo lugar entre 4.000 y 3.000 años antes de Cristo (a.C.), es decir, hace más de 5 mil años.


El arqueólogo Luciano Vilas Boas, que coordina sobre el terreno los trabajos de excavación del túmulo de Oural, destacó en la web del municipio que el entorno es extremadamente rico en patrimonio arqueológico, identificando la existencia de otros tres monumentos megalíticos de carácter funerario y un conjunto de arte rupestre en los alrededores.

Con este descubrimiento, se puede confirmar que en esta zona, situada junto al mirador de los límites de la Ribeira do Neiva, vivían "varias poblaciones".