Un simple cambio de pintura puede convertir una habitación aburrida en un refugio fresco y aireado, perfecto para la productividad, la relajación, entretener a los invitados, y una variedad de otros propósitos. Este artículo de Pat Gilham, experta en pintura y decoración de MyJobQuote.co.uk, explora algunos de los mejores colores que puede elegir para que sus habitaciones resulten más luminosas y acogedoras.

Blanco cálido

Este es uno de los colores de pintura más populares, y por una buena razón - es fantástico para iluminar una habitación oscura. El blanco es una gran elección cuando se trata de aprovechar al máximo la luz natural, y las variaciones más suaves y cálidas son ideales.

En una habitación donde no hay mucha luz natural, los tonos más cálidos pueden ayudar a que el espacio parezca luminoso y aireado. Un blanco suave y cálido hará rebotar la luz por la habitación y la abrirá.

Los tonos fríos y más crudos del blanco ofrecen la misma capacidad de reflejar la luz, pero no consiguen la misma sensación de confort. Los matices azules y las pinturas blancas puras pueden dar a una habitación una sensación fría y clínica, por lo que los tonos más cálidos son mucho mejores para un ambiente hogareño.

Beige acogedor

Aunque los colores claros tienden a amplificar más la luz, los tonos ligeramente más profundos son estupendos para lograr un equilibrio entre aprovechar al máximo el ambiente oscuro natural de una habitación y crear una sensación más luminosa y acogedora.

En espacios con poca luz natural, los neutros cálidos o los tonos tierra apagados en beige pueden realzar la sensación natural de la habitación. Reflejarán algo de luz para iluminar el espacio, pero también proporcionarán un efecto acogedor y envolvente, lo que los convierte en la opción ideal para salones y dormitorios.

Gris claro

Con la tendencia hacia el minimalismo de los últimos años, el gris claro se ha convertido en una opción de pintura muy popular. Este color aporta una sensación de conexión con el suelo y suaviza los espacios totalmente blancos. No oscurece por completo una habitación, como el carbón y otros tonos afines de la rueda cromática.

Es un tono natural más fresco que ofrece un bonito equilibrio entre acogedor y aireado. Un buen consejo es incorporar elementos de decoración más oscuros que resalten sobre el tono, haciéndolo parecer más luminoso.

Verde menta

Los tonos pastel y apagados son ideales para iluminar una habitación añadiendo un toque de color, y el verde menta es la prueba de ello. Este tono suave puede contribuir a crear un ambiente elegante y relajado, pero resulta mucho más refrescante que un verde bosque oscuro o un verde oliva.

Perfecta para cuartos de baño y dormitorios con poca luz, esta pintura relajante puede aportar una suave y sutil sensación de luminosidad. Proporcionará un fondo refrescante a la vez que reflejará bien la luz, aportando una sensación de equilibrio y calma y dando un aire natural al espacio.

Griego claro

Como muchos otros tonos más claros y cálidos de esta lista, el greige tiene maravillosas cualidades para amplificar la luz. También actúa como un color camaleónico, con subtonos que parecen cálidos o fríos en función del resto de la decoración de la habitación, la iluminación y la posición en el hogar.

Los tonos más cálidos que se inclinan hacia el gris topo pueden ayudar a suavizar el espacio y crear un ambiente acogedor sin absorber demasiada luz. Este color de pintura es muy versátil y combina bien con varios estilos de diseño, funcionando especialmente bien en salones y dormitorios.

Azul empolvado

Este pálido tono de azul es alegre pero también tranquilizador. Mientras que sus homólogos más oscuros son ideales para un espacio donde se desea algo más dramático, este azul claro es perfecto para abrir la habitación y añadir un toque de color sin abrumarla por completo.

Los azules pálidos son tonos versátiles que pueden hacer que una habitación parezca aireada, que una habitación pequeña parezca más grande y que una habitación con poca luz natural parezca más luminosa. Es una alternativa sin esfuerzo a las paredes blancas o como pared de acento en una habitación totalmente blanca para conseguir una sensación relajante.

Rosa claro

El rosa como color de pintura está muy infravalorado, y un tono empolvado o un tono claro y apagado pueden hacer que una habitación parezca más espaciosa. Tiene más personalidad que el blanco, pero es igual de elegante y fácil de combinar con muebles y decoración.

Los tonos pastel delicados, como el rosa suave, hacen rebotar la luz en la habitación y crean una sensación de amplitud. Actúan igual de bien que los colores más neutros y realzan la luz disponible, creando una atmósfera cálida sin resultar demasiado pesada.

Amarillo suave

Un toque de pintura amarilla puede aportar esa pequeña dosis de sol a una habitación sin ventanas. El amarillo suave es el color perfecto para iluminar suavemente una habitación con su sensación eternamente alegre y vibrante.

Las pinturas de color amarillo claro apagado en tonos como ranúnculo, vainilla o arena pueden ayudar a iluminar un espacio con poca luz natural o hacer que un espacio con techos altos resulte más acogedor. Funciona bien en una decoración de inspiración rústica junto con carpintería blanca y muebles de madera natural.

Naranja

Tanto si eliges un tono más rústico y quemado como si optas por un tono teñido de mandarina y alegre, el naranja es una tonalidad atrevida y brillante que levantará el ánimo de una habitación al instante. Tiende a desprender un resplandor que aporta una sensación de luminosidad adicional a las habitaciones que suelen ser oscuras o que no tienen ventanas.

Los tonos anaranjados pueden aportar calidez, vida y energía a tu hogar. Los colores anaranjados brillantes, como la mandarina, la zanahoria o la calabaza, son ideales para acentuar el ambiente y resultan más potentes si se utilizan con moderación. Para una elección más sutil (ideal si acaba de empezar a experimentar con los colores en su hogar), opte por tonos como el melocotón, el albaricoque o el salmón.