La recuperación se debe a las intensas medidas de conservación adoptadas en Malasia, que incluyen la protección de los nidos, la vigilancia de las playas y la limitación de las capturas. Los científicos afirman que el repunte está vinculado a una labor de conservación internacional y local coordinada en hábitats clave, lo que demuestra que la protección a largo plazo puede invertir el grave declive de la vida salvaje.

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Las tortugas verdes, antaño muy cazadas por su carne, huevos y caparazones, fueron catalogadas en peligro de extinción, y las acciones de conservación incluían la protección de nidos y huevos, patrullas en las playas, liberación de crías y reducción de las capturas accidentales en redes de pesca. Los expertos afirman que, aunque la recuperación es prometedora, los esfuerzos continuos de protección siguen siendo fundamentales para mantener y aumentar las poblaciones.