En la primera sesión del juicio, Mariana Fonseca aceptó declarar ante el Tribunal de Portimão, siempre y cuando la otra acusada, Maria Malveiro, saliera de la sala, petición que el tribunal aceptó.

Ante el tribunal, Mariana, una enfermera de 24 años, dijo que no tuvo nada que ver con la muerte de Diogo Gonçalves, de 21 años, y que si pudiera "volver atrás" habría hecho "muchas cosas de forma diferente".

La acusada reconoció, sin embargo, que participó en la ocultación del cadáver de Diogo -cuyos restos fueron encontrados en Sagres y Tavira-, pero afirmó haber sido convencida por la otra acusada para hacerlo.