En un comunicado, el hospital señala que el dispositivo tiene el tamaño de una cápsula y se implanta de forma mínimamente invasiva, sustituyendo a los tradicionales marcapasos (estimuladores cardíacos).

"Hasta ahora, sólo el Centro Hospitalar Lisboa Ocidental (Hospital Santa Cruz) y el Centro Hospitalar Universitário São João (Oporto) habían realizado este tipo de intervención", añade.

El dispositivo está indicado para el tratamiento de pacientes con bloqueo aurículo-ventricular (BAV) de alto grado, una condición en la que las señales eléctricas entre las cámaras del corazón (las aurículas y los ventrículos) están bloqueadas.

Esto puede provocar, entre otras cosas, un síncope o la muerte súbita.

En la actualidad, los pacientes con bloqueo AV son tratados con un marcapasos, implantado por vía subcutánea en la parte superior del tórax, al que se unen pequeños cables eléctricos (electrodos) que se colocan, a través de las venas, en el interior del corazón, permitiendo así restablecer la conexión eléctrica entre las aurículas y los ventrículos.

"Este nuevo marcapasos, el más pequeño del mundo, no necesita electrodos, colocándose directamente dentro del ventrículo derecho, a través de un pequeño acceso por la vena femoral derecha. No hay, por tanto, ninguna cicatriz quirúrgica tradicional, y los riesgos asociados a la técnica tradicional, como las infecciones o la rotura de los electrodos, se reducen significativamente.

La primera intervención en el Hospital de Guimarães tuvo lugar el 17 de marzo y el paciente ya ha sido dado de alta.