Junto al Puente Internacional del Guadiana, en la conexión entre los dos países, ya no hay ningún control sobre los vehículos y las personas y el cruce se realiza sin ninguna restricción, tanto para España como para Portugal. "El domingo el movimiento por carretera ha sido muy superior al del sábado, concretamente con el desplazamiento de ciudadanos españoles a Portugal, se estima que el número de vehículos puede superar los cinco mil", dijeron a Lusa elementos de las autoridades portuguesas y españolas.Según los elementos de inspección en la frontera de Castro Marim, en el distrito de Faro, "el tráfico rodado esta mañana era de unos 120 coches por minuto, una cifra superior a la registrada el sábado y muy superior a la de los primeros días cuando se produjo la primera desconfinanciación". "Con la reapertura de las fronteras, ya no hay control, pero son muchos los ciudadanos españoles y portugueses que nos llaman para preguntar si hay alguna restricción de paso", dijo una fuente policial.

En la ciudad de Vila Real de Santo António, en el Algarve, cientos de españoles aprovecharon el fin de semana para almorzar y hacer compras en Portugal, indicando al informe de Lusa que "el recorrido es al mismo tiempo una forma de celebrar el fin del periodo de cautiverio"."Necesitábamos salir y disfrutar del aire libre, ya que estuvimos mucho tiempo en cautiverio", dijo Cristina Tejedor, mientras disfrutaba de una comida con su familia de cuatro miembros en la terraza de un restaurante de Vila Real de Santo António.

La ciudadana española dijo que hace tiempo que espera que se abran las fronteras entre Portugal y España, "porque en Portugal se siente más segura que en España". "Los portugueses son más disciplinados, cumplen las normas de seguridad y llevan mascarilla, cosa que no ocurre en la mayoría de las ciudades españolas", señaló. Cristina Tejedor añadió que muchos españoles "tienen la costumbre de ir a Portugal los fines de semana, para disfrutar de la gastronomía portuguesa y, por otro lado, para comprar textiles que no encuentran en España". Para los comerciantes de Vila Real de Santo António, la reapertura de las fronteras "es un balón de oxígeno en la economía, que ayuda a salvar muchos negocios" en la ciudad raiana."Necesitamos a los españoles, nuestros mejores clientes, y desde el sábado ha habido una gran afluencia y un gran movimiento en las tiendas y restaurantes de 'nuestros hermanos'", explica a Lusa Manuela Romeira, comerciante de productos secos del Algarve. un espacio comercial en el centro de la ciudad pombalina.

Por su parte, André Costa, empresario de la restauración, destacó "el regreso de los visitantes españoles, como un soplo de aire fresco, en una crisis que no se sabe cuánto tiempo va a durar". "Hemos tenido un alto nivel de ocupación en estos dos días, con cerca del 50 por ciento de españoles.El futuro es aún muy incierto, pero la reapertura de las fronteras, nos da esperanza y motivación para trabajar a la espera de que la situación vuelva a la posible normalidad", subrayó el empresario, creyendo que "el verano puede salvar el año turístico".Lígia Oliveira, comerciante del sector textil, también se congratuló de la reapertura de las fronteras, que "va acompañada de la expectativa de reanudación de los negocios" en estos dos primeros días tras el desinflamiento entre los dos países."Es una alegría para todos ver el centro de la ciudad con un gran movimiento de españoles, nuestros principales clientes a lo largo del año. Entre el sábado y hoy, lo que se facturó ya nos da cierto ánimo para seguir adelante", concluyó.

Según la policía de la frontera entre los dos países, el tráfico por carretera el 1 de mayo de este año, casi se triplicó en relación con el año pasado, cuando la circulación entre los dos países fue limitada.Elementos de las autoridades fronterizas declararon a Lusa que el movimiento por carretera "es incluso menor de lo esperado, porque muchos ciudadanos portugueses y españoles todavía desconocen cómo se está llevando a cabo la reapertura del tráfico": "Puede haber alguna confusión que creemos que puede estar relacionada con el momento de la primera deflación, en el que no quedó claro pero las fronteras permanecieron cerradas con excepciones. En ese momento, hubo muchas personas que se vieron obligadas a volver", dijo una fuente policial. Según la misma fuente, en un solo día "se impidió la entrada a Portugal a más de 70 personas y también a camiones 'TIR' llenos de mercancías, porque algunos camioneros iban acompañados de mujeres, situación que no está contemplada en las excepciones de tráfico derivadas del decreto gubernamental". Las autoridades fronterizas de los dos países estiman que el tráfico por carretera puede intensificarse al final del domingo, concretamente con el regreso a casa de miles de españoles que viajaron a Portugal durante el fin de semana.