El Estádio do Dragão del FC Porto , en el norte del país, acogerá la final de la Liga de Campeones entre el Manchester City y el Chelsea a finales de este mes, el 29 de mayo.

LaUEFA declaró: "Se eligió Oporto para sustituir a Estambul, tras las insuperables dificultades de desplazamiento de los aficionados ingleses, teniendo en cuenta que Turquía está en la "lista roja" del Reino Unido".

LaUEFA también ha confirmado la presencia de al menos 12.000 espectadores en el Estádio do Dragão, aunque al cierre de esta edición los aficionados seguían formando parte de una "burbuja" especial y sólo estarán en Portugal durante un máximo de 24 horas, a pesar de que tanto Portugal como el Reino Unido tienen ahora un acuerdo recíproco en lo que respecta a los viajes no esenciales y no es necesaria la cuarentena a la vuelta o llegada de ninguno de los dos países.

"El aforo del estadio para el partido se concretará y confirmará a su debido tiempo, en colaboración con las autoridades portuguesas y la Federación Portuguesa de Fútbol (FPF). No obstante, los aficionados de los equipos finalistas podrán adquirir las entradas a través de los clubes de la forma habitual, con 6.000 entradas disponibles por club, que se pondrán a la venta lo antes posible".

"Una vez más, hacemos un llamamiento a nuestros socios en Portugal para que nos ayuden y estoy, como siempre, muy agradecido a la Federación Portuguesa de Fútbol y al Gobierno portugués por haber accedido a organizar el partido en tan poco tiempo", dijo el presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin.

La ciudad de Oporto y el Estádio do Dragão acogerán la tercera final de una Liga de Campeones en Portugal y la segunda consecutiva, ya que hace poco menos de un año, precisamente por la crisis sanitaria mundial, la UEFA optó por una "final a ocho" en Lisboa, en los estadios Luz y José Alvalade.

"Han trabajado incansablemente, con tan poco tiempo, para encontrar soluciones a los retos de la organización de un partido de esta magnitud. Siempre que ha habido un obstáculo, han sido creativos en las soluciones que han encontrado y el hecho de que estén organizando la final de este año se debe claramente al trabajo duro y a la perseverancia que han demostrado", añadió Ceferin.

Cuando se conoció la noticia, el gobierno portugués anunció que los aficionados extranjeros que viajen a Oporto para ver la final de la Liga de Campeones de fútbol permanecerán menos de 24 horas en Portugal y se someterán a la prueba del Covid-19, y al cierre de esta edición este consejo aún no había cambiado.

"Las personas que acudan a la final de la Liga de Campeones llegarán y regresarán el mismo día, con la prueba de Covid completada, en una situación de burbuja, es decir, en vuelos chárter, con viajes a una zona de espera. Luego irán al estadio y después al aeropuerto, estando en territorio nacional menos de 24 horas, en una burbuja y con pruebas obligatorias, hechas, en principio, antes de subir al avión", dijo la ministra de Estado y de la Presidencia, Mariana Vieira da Silva.

La funcionaria confirmó que el Estádio do Dragão podría tener una capacidad máxima de 12.000 personas y que los asientos serán marcados y designados por la Dirección General de Salud (DGS).

"Todas las entradas serán nominales y tendrán los asientos marcados", añadió Mariana Vieira da Silva.

Una regla para los ingleses

Mientras tanto, la decisión de permitir a los aficionados con la final de la Liga de Campeones en Portugal que los aficionados locales siguen sin poder asistir a los partidos ha dejado a los aficionados "confundidos".

En declaraciones a la agencia Lusa, Martha Gens, presidenta de la Asociación Portuguesa de Defensa de los Aficionados (APDA), subrayó que "no está clara cuál es la posición del Gobierno" en relación con este asunto, ya que la Secretaría de Estado de Juventud y Deportes confirmó que la final de la Copa de Portugal, entre el Benfica y el Sporting de Braga, no contará con la presencia de aficionados.

La postura del Gobierno contrasta con la decisión de acoger la final de la Liga de Campeones en el Estádio do Dragão, en Oporto.

"Es un partido sólo para que lo vean los ingleses. Al fin y al cabo, son dos equipos ingleses que tienen derecho al 25 por ciento del aforo de un estadio en Portugal, mientras que los aficionados portugueses parecen estar mendigando esa posibilidad", criticó el presidente de la APDA.

Según el representante de los aficionados, "es extraño" que la UEFA haya asegurado que, sea cual sea el destino, la final de la Liga de Campeones "tendría aficionados y cuando eligen un país, es donde no hay aficionados en los estadios desde hace un año".

El secretario de Estado de Juventud y Deportes ha anunciado que la final de Portugal entre el Sporting de Braga y el Benfica, que se jugará el domingo en Coimbra, no tendrá espectadores.

João Paulo Rebelo declaró que el gobierno no tiene previsto que el evento sea piloto. Preguntado por la presencia de público en la final de la Liga de Campeones, el funcionario se limitó a señalar que se trata de "un requisito" para que el partido llegue a Portugal.


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Daisy Sampson