La información del Tribunal de Cuentas Europeo (TCE), concluye que "los derechos de los pasajeros del transporte aéreo en la Unión Europea quedaron en tierra durante la pandemia" del Covid-19, concretamente en Portugal, debido a las sucesivas cancelaciones y restricciones.

Por lo que respecta a Portugal, los datos del TCE revelan que, en 2020, las principales compañías aéreas que operan en Portugal cancelaron 5,5 millones de billetes, lo que afectó a cerca del "87% de los pasajeros de los vuelos con destino u origen en Portugal".

Del total de billetes cancelados en Portugal, el TCE señala que cerca del 60 por ciento (3,3 millones) fueron reembolsados a los pasajeros durante el año 2020.

Sin embargo, otro 28 por ciento (1,6 millones de billetes) se convirtieron en vales para su uso posterior, "sin garantía de que los pasajeros estuvieran de acuerdo", mientras que alrededor del 5 por ciento (más de 300.000 billetes) estaban sin resolver a finales del año pasado y casi el 7 por ciento (360.000 billetes) estaban relacionados con casos en los que los pasajeros no reclamaron el reembolso ni encontraron la posibilidad de cambiar de ruta.

Esto último afectaba sobre todo a los billetes de las aerolíneas de bajo coste que, por su bajo precio, hacían que los pasajeros no buscaran una solución.

En cuanto a los plazos de reembolso de los billetes en Portugal, el TCE señala que variaban en función de la compañía aérea, y "aumentaron exponencialmente después de marzo de 2020", alcanzando un máximo entre junio y septiembre (entre 31 y 59 días).

Entre septiembre y diciembre estos plazos de reembolso "comenzaron a volver gradualmente a la normalidad", señala el tribunal.

Annemie Turtelboom, miembro del tribunal responsable del informe, dijo en una entrevista con la agencia de noticias Lusa que, "en febrero de 2021, las compañías aéreas en Portugal informaron de que ya estaban reembolsando los billetes de avión entre dos y 20 días después de la cancelación" de los vuelos.

Los datos citados por el TCE en el informe fueron transmitidos por la Autoridad Nacional de Aviación Civil (ANAC) de Portugal, teniendo en cuenta también las entrevistas y encuestas realizadas a federaciones y asociaciones, así como la información de la Comisión Europea.

Sin embargo, no todas las autoridades nacionales han facilitado datos al tribunal, lo que según Annemie Turtelboom significa que "no es posible comparar" los países.