La exigencia de una prueba negativa se extiende también a las personas inmunizadas que entran en el país procedentes de una zona dominada por una variante más agresiva, que no es la predominante en Alemania.

Además, las personas no inmunizadas que lleguen de zonas de alto riesgo -incluidas España y los Países Bajos- tendrán que cumplir una cuarentena de 10 días, que puede reducirse presentando un test negativo cinco días después de la llegada a Alemania.

Los viajeros que lleguen de zonas con presencia de variantes más agresivas del virus -actualmente Brasil y Uruguay- tendrán que permanecer en cuarentena durante 14 días, independientemente de que estén inmunizados o no, sin opción a acortar el aislamiento.

Los niños menores de 12 años no inmunizados pueden quedar exentos de la cuarentena cinco días después de su llegada al país desde una región de alto riesgo, sin necesidad de volver a someterse a las pruebas.

En caso de una estancia previa en una zona de riesgo por la presencia de variantes, el periodo de aislamiento de los menores -inmunizados o no- será también de 14 días.

Mientras tanto, la incidencia acumulada en siete días en Alemania ha aumentado con respecto a hace cuatro semanas y se sitúa en 17,5 nuevas infecciones por cada 100.000 habitantes (16,9 el sábado y 13,8 el pasado domingo).

Las autoridades sanitarias han informado de 2.097 nuevos contagios y una muerte en las últimas 24 horas, frente a los 1.387 contagios y cuatro muertes de hace una semana, mientras que los casos activos se sitúan en torno a los 25.100.

A 30 de julio, el 61,6% de la población había sido vacunada, de la cual el 52% estaba completamente vacunada.