La reunión del ejecutivo de António Costa tiene lugar unas dos semanas después del Consejo de Ministros del 21 de diciembre, que aprobó nuevas restricciones y anticipó otras medidas para responder al agravamiento de la pandemia del Covid-19, debido a la variante Ómicron del coronavirus, más transmisible que el Delta.
Desde esa fecha, en la que se registraron 5.754 casos, el número de contagios se ha disparado significativamente en Portugal, superando incluso los 30.000 el 31 de diciembre y con varios días por encima de los 20.000. El 5 de enero se registró un nuevo máximo de 39.570 infecciones.
La presión hospitalaria también ha aumentado desde entonces, pero a un ritmo mucho menor, con algo más de la mitad del límite crítico de 255 camas ocupadas en las unidades de cuidados intensivos de los hospitales del Portugal continental, pero con disparidades entre las distintas regiones.
El uso obligatorio de mascarillas en los espacios públicos es una de las medidas que el Gobierno podrá determinar el 6 de enero, si lo considera necesario, ya que el régimen transitorio promulgado por el Presidente de la República a finales de noviembre da al Consejo de Ministros esta posibilidad, sin contar con la autorización del Parlamento.
Ante el aumento exponencial de los contagios diarios, los portugueses están sometidos a varias restricciones que finalizarán el próximo domingo, según la resolución aprobada el 21 de diciembre.
Además de hacer obligatorio el teletrabajo, el Gobierno ha adelantado el cierre de guarderías y talleres de tiempo libre, así como de discotecas y bares con espacios de baile, pero previendo ayudas para las familias y las empresas.
También ha establecido un límite de una persona por cada cinco metros cuadrados en los espacios comerciales, a excepción de los establecimientos de servicios.
El Gobierno también ha puesto en marcha normas para el acceso a los establecimientos de alojamiento turístico y local, que ahora dependen de la presentación del certificado de prueba digital o de recuperación, o de la prueba con resultado negativo.
Esta norma también se aplica ahora a las celebraciones familiares, como bodas y bautizos, y a los eventos empresariales, culturales y deportivos.
La reapertura de los colegios, tras las vacaciones de Navidad, se pospuso al 10 de enero, fecha que se mantendrá, según confirmó la subsecretaria de Estado y Sanidad, Lacerda Sales, quien descartó la posibilidad de un nuevo aplazamiento debido al aumento de los casos de infección en el país.
En su momento, el primer ministro justificó estas nuevas medidas de control de la pandemia con la necesidad de "prevenir para no tener que remediar", dada la situación de pandemia que vive el país por la rápida propagación de la variante Ómicron.