El Instituto Português do Sangue da Transplantação (IPST) afirma, en un comunicado, que "la evolución de la pandemia del Covid-19, es decir, el elevado número de contagios de las últimas semanas y los respectivos aislamientos profilácticos, han provocado una gran dificultad para mantener las reservas de sangre en niveles estables".

Al mismo tiempo, también destaca que "las habituales infecciones respiratorias estacionales han contribuido a reducir la afluencia de personas candidatas a la donación de sangre" y que "ambas situaciones provocan una gran reducción del número de donantes y el aplazamiento de las sesiones de extracción previamente programadas".

"A pesar de todo el refuerzo en la promoción de la donación de sangre, concretamente a través de 'spots' de radio y en las redes sociales, es necesario movilizar a todos aquellos que están en condiciones de realizar una donación de sangre, es decir, a los que nunca han donado sangre y a los que llevan más de un año sin hacerlo, contribuyendo así a la imprescindible estabilidad de las reservas. Es muy importante reforzar inmediatamente las donaciones de sangre, porque sólo así los pacientes pueden recibir los tratamientos que necesitan", apela el IPST.

"Los hospitales portugueses necesitan entre 800 y 1.000 unidades de sangre y componentes sanguíneos cada día y nunca está de más recordar que los componentes sanguíneos tienen un tiempo de almacenamiento limitado (de 35 a 42 días para los concentrados de eritrocitos y de cinco a siete días para las plaquetas); los donantes de sangre masculinos sólo pueden hacer su donación cada tres meses y, si son mujeres, cada cuatro meses".

Para ser donante de sangre en Portugal hay que tener entre 18 y 65 años, pesar más de 50 kg y si se ha tenido COvid-19 hay que esperar 14 días antes de donar o siete días después de recibir una vacuna de refuerzo.

Puede encontrar más información en www.ipst.pt y www.dador.pt