¿Sabía que hay monos salvajes en Europa? Bueno, no específicamente en Portugal, pero sí bastante cerca: en Gibraltar, un territorio de ultramar del Reino Unido en España. Ocupan el "Peñón" de Gibraltar, que alberga cinco tropas de monos, conocidos por los lugareños como monos.

Gibraltar alberga la única población de monos salvajes de toda Europa. Son macacos de Berbería y constituyen la joya de la corona de la fauna gibraltareña, además de un importante atractivo turístico.

Dominan el Peñón y, al ser los últimos monos en libertad que quedan en Europa, aprovechan este privilegio sin darse cuenta de la angustia que provocan al recorrer la ciudad, rebuscando en los cubos de basura y acosando a los lugareños. Se han acostumbrado tanto a los seres humanos que apenas se asustan, ni siquiera con el movimiento de una escoba o los gritos de los niños.

La teoría que subyace a su presencia es que probablemente fueron traídos a Gibraltar como mascotas por los moros, que vivieron allí entre el 700 y el 1492. Sin embargo, hay otra corriente de pensamiento que cree que los macacos originales eran restos de una población que se había extendido por el sur de Europa hace hasta 5 millones de años.

Hay una leyenda que dice que entre 1779 y 1782, durante el Gran Asedio de Gibraltar, se llevó a cabo un esfuerzo combinado entre Francia y España para recuperar Gibraltar de los británicos. Al parecer, durante un ataque por sorpresa una noche, los monos fueron molestados, lo que provocó que los británicos fueran alertados por el ruido, y el ataque fue abandonado. Este suceso creó la leyenda de que mientras los monos vivan en el Peñón, los británicos tienen el control y el territorio permanecerá seguro bajo el dominio británico.

Los británicos se adhirieron a esta pieza de folclore: ni siquiera Churchill, en plena Segunda Guerra Mundial, la ignoró. El número de macacos había disminuido a un puñado en 1944, y con la moral británica decaída y la población de monos de la Roca menguando, no se arriesgó. Pidió en secreto un envío de macacos de Berbería para aumentar la población de monos.

¿Por qué es tan importante Gibraltar?

Gibraltar tiene apenas 5 km de largo y 1,2 de ancho, y el propio Peñón tiene 426 m de altura. Esta península que se adentra en el Mediterráneo, a pesar de ser una parte evidente de España, fue cedida a Gran Bretaña en el Tratado de Utrecht de 1713, al final de la Guerra de Sucesión Española. Es una posición estratégica donde se unen el Mediterráneo y el Atlántico y, en su punto más estrecho, sólo tiene 8,9 millas de ancho, lo que supone una gran proximidad geográfica de Europa con África.

En la actualidad hay casi 300 de estos primates sin cola en Gibraltar, y el análisis de su ADN revela que descienden de macacos de Marruecos y Argelia. Churchill no se imaginaba lo que iba a crecer la población de monos, ni los tejemanejes que vendrían con ella.

Siguen siendo animales salvajes, a pesar de su familiaridad con los humanos. Sorprendentemente, los macacos disponen de abundante comida silvestre en la Roca: su dieta vegetal abarca desde hojas y frutos de olivo hasta las raíces de los ranúnculos introducidos en las Bermudas, y se complementa con presas vivas, como pequeños lagartos y numerosos invertebrados.

¿Vecinos o molestos?

Pero, inevitablemente, al ser muy inteligentes y adaptables, los monos también son aficionados a las dádivas humanas, y ahí radica el problema. Los macacos jóvenes se suben a los techos de los autobuses turísticos y se cuelgan precariamente de los espejos retrovisores, golpeando el cristal. Los turistas se agolpan alrededor de estos simpáticos macacos para hacerse selfies. La gente reparte cacahuetes y comida, a pesar de los carteles que dicen "por favor, no dar de comer a los macacos", y ellos roban alegremente el teléfono o el bolso en su descarada búsqueda de comida, y la gente recibe mordiscos o arañazos, sobre todo cuando les quitan a la fuerza la comida que buscaban.

Los macacos de Berbería viven en grandes grupos sociales, y dentro del grupo hay una estricta jerarquía. Cada animal conoce su lugar dentro del grupo: las crías de las madres con un estatus alto tienen suerte. Las crías "heredan" ese estatus elevado. Los machos deben decidir entre ellos quién es el jefe. Supongo que en este rincón de Europa reina el mono.


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Marilyn writes regularly for The Portugal News, and has lived in the Algarve for some years. A dog-lover, she has lived in Ireland, UK, Bermuda and the Isle of Man. 

Marilyn Sheridan