En 2016, mi mujer y yo decidimos trasladarnos del centro de Londres a la isla portuguesa de Madeira. Habíamos visitado Madeira en muchas ocasiones y decidimos que un ritmo más pausado era razonable en esta etapa de nuestra vida. Pronto me di cuenta de que la jubilación no era necesaria todavía, y decidí poner en marcha un pequeño negocio de asesoramiento inmobiliario, Émigré Limited, para ayudar a los expatriados británicos y americanos a trasladarse, tanto a la isla como a Portugal continental y, con suerte, ayudarles a superar muchas de las dificultades que yo encontré.Desde entonces, mi función principal ha sido trabajar con los clientes para encontrar la solución inmobiliaria que mejor se adapte a sus necesidades.

Ahora, cuando Ahora que los días se acortan y las estaciones cambian, entiendo por qué tantos británicos quieren trasladarse a un clima más cálido. Con la combinación de los precios de la energía en alza, las huelgas en el sistema ferroviario, los pagos de intereses más altos en las hipotecas, los costes y las opciones de educación, las facturas de energía que se cuadruplican y la incertidumbre deel próximo paso del gobiernola gente busca más seguridad.

Las búsquedas en Google para trasladarse a Portugal acaban de convertirse en la petición número uno del motor de búsqueda, superando a España y Grecia, pero ¿por qué?It bien podría serlos 300 días de sol, las playas galardonadas con bandera azul, el bajo índice de criminalidad, el ambiente relajado con gente paciente y multilingüe. Oo el reducido coste de la vida,que ayuda a que el presupuesto familiar llegue más lejosconalimentosprecios de los alimentos67% más baratos que en Londres,y se habla de que el país evitará entrar en recesión.

Reubicar a la familia en un entorno fiscal nuevo y más acogedor como Portugal, que cuenta con un régimen fiscal moderno, un sistema sanitario sin largas listas de espera y con más del 90% de la población que habla inglés, es un escenario beneficioso para muchas familias británicas y estadounidenses. En lugar de exportar capital, es hora de exportar a la familia y a las generaciones futuras a países con regímenes fiscales atractivos que proporcionen una mayor libertad financiera. No piense en la liberación de capital, piense en la liberación de capital en un entorno de menor inflación.

Aunque el planteamiento del Golden Visa puede no ser adecuado para todos los jubilados potenciales, muchos de los que han optado por la vía del Golden Visa consideran que es un excelente trampolín para una posible residencia permanente. En particular, la vía de los fondos es cada vez más atractiva, ya que permite a los inversores diversificar su cartera de inversiones, al tiempo que se benefician de una segunda ciudadanía y de una mayor calidad de vida. Las familias de alto poder adquisitivo ven ahora no sólo las oportunidades financieras y de planificación de la sucesión que supone tener una segunda residencia, sino también la oportunidad de estirar los presupuestos de jubilación o mejorarsude jubilación o mejorar su estilo de vida. Se trata tanto de un plan B como de un plan A, especialmente para los Baby Boomers o los nómadas digitales con gran movilidad.

John MatherDirector de Émigré LDA


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