La campaña de riego, que se inició a principios de año debido a la sequía, ya ha terminado, con las reservas de agua en los embalses "a la baja" y los agricultores a la espera de un invierno lluvioso que revierta la situación.

Las lluvias que han marcado el mes de octubre "solucionaron las necesidades de agua de los cultivos, pero en los embalses de riego "no ha cambiado nada", según declaró a Lusa Fernando Brás, presidente de la Asociación de Regantes.

En esta zona del distrito de Bragança "llovió muy poco", según el funcionario, que señaló que las bajas reservas deberían confirmarse en la actualización del informe oficial sobre los embalses de riego.

La última actualización se publicó el 14 de octubre, incluso antes de que empezara a llover en esta región.

El presidente de la Asociación de Regantes dijo a Lusa que la campaña de riego de este año terminó en el Valle de Vilariça con las reservas de agua "muy bajas".

Se necesita más lluvia

Fernando Brás espera ahora que "el invierno tenga un poco más de lluvia" y que puedan "reponer las reservas de agua", de lo contrario prevé que el próximo año será "muy, muy malo".

La comunidad de regantes aprovechará los meses de invierno, en los que no es necesario utilizar el riego, para realizar trabajos de mantenimiento en las conducciones principales.

El presidente espera que, al mismo tiempo, se puedan realizar otras intervenciones "para una gestión más eficiente en todo el perímetro de riego" y para las que obtuvo un "dictamen favorable" para una solicitud de tres millones de euros" de fondos comunitarios.

Las obras previstas para los próximos meses impedirán que algunos productores del valle con invernaderos tengan acceso al riego.