Según las recomendaciones de la Dirección General de Sanidad (DGS), dado que los síntomas de las infecciones respiratorias son muy similares, es importante evitar el contagio a personas más vulnerables, como ancianos, embarazadas, no vacunados, inmunodeprimidos o enfermos crónicos.

Si la persona con una infección respiratoria tiene fiebre o no se siente bien para ir a trabajar, la DGS recomienda ponerse en contacto con un médico para que la evalúe.

La DGS recuerda que los síntomas de las infecciones respiratorias, como el covid-19 o la gripe, incluyen tos, fiebre (temperatura ≥ 38,0ºC) escalofríos, pérdida o alteración del olfato o del gusto, falta de aliento, cansancio inexplicable, dolor muscular no derivado del ejercicio físico, rechazo a comer o falta de hambre, dolor de cabeza, dolor de garganta y diarrea.

Si tiene alguno de estos síntomas, la persona debe descansar, beber agua para mantenerse hidratada y puede tomar medicamentos como el paracetamol -si no hay indicación clínica en contrario- para ayudar a reducir los síntomas.

Si sale de casa se recomienda que, además de llevar mascarilla, evite los lugares concurridos, como el transporte público, y cumpla las normas de etiqueta respiratoria (toser en el hueco del brazo y lavarse las manos con frecuencia).

Uso de la mascarilla

La DGS también recuerda que el uso de la mascarilla es obligatorio en los establecimientos de los servicios sanitarios y en las estructuras residenciales o de acogida o servicios de apoyo a domicilio para poblaciones vulnerables, personas mayores o personas con discapacidad, así como en las unidades de atención continuada de la Red Nacional.

Se recomienda el uso de una mascarilla en las farmacias comunitarias, para las personas mayores de 10 años, siempre que se encuentren en entornos cerrados y en grupo, es decir, en los transportes públicos (incluidos los aviones) y en los aeropuertos, las terminales marítimas y las redes de metro y tren.

También se recomienda en caso de que haya síntomas o un test positivo de Covid-19 o gripe y sea necesario salir de casa, así como cuando haya un contacto estrecho con personas con alto riesgo de enfermar gravemente de enfermedades respiratorias.

Las mascarillas también se recomiendan para las personas más vulnerables, es decir, las personas con enfermedades crónicas o estados de inmunosupresión con un mayor riesgo de infecciones de las vías respiratorias, siempre que tengan un mayor riesgo de exposición, así como para las personas que estén en contacto con la población más vulnerable.