Se trata de aproximadamente la mitad del incremento que las concesionarias propusieron en noviembre, en función de la evolución de la inflación, y que el Ejecutivo rechazó, según Jornal de Negócios.

Según el diario, la intención del Gobierno es fijar un límite máximo para el aumento de los peajes en 2023 por encima del freno del 2% que se aplicó a los alquileres, pero por debajo del 9% o 10% propuesto por las concesionarias. La semana pasada, el ministro de Infraestructuras, Pedro Nuno Santos, ya había garantizado que los peajes no aumentarían en función de la inflación, repitiendo la promesa que ya había hecho el primer ministro, António Costa.

Las concesionarias de autopistas tenían de plazo hasta el 15 de noviembre para comunicar al Gobierno sus propuestas de precios para 2023, tras lo cual el Estado disponía de 30 días para presentar sus observaciones. El Ejecutivo y las concesionarias se han estado reuniendo para definir el límite, así como los principios de compensación, y los detalles de estos últimos sólo podrán cerrarse a principios del próximo año.