"La tauromaquia es un lugar donde un ser humano, en conciencia, aplica estrategias y recurre a las armas para medirse con un animal que no tiene otro recurso que el reflejo de su instinto primario. Es una forma activa de barbarie pura", afirmó Pedro Emanuel Paiva en un comunicado.

En la nota enviada a la prensa, el Defensor de los Animales de Lisboa recuerda que "la capital es una ciudad comprometida con la protección y el bienestar de los animales", pero, en relación con las actividades taurinas en Campo Pequeno, subraya que es "fundamental no permitir el estancamiento y hacer una interpretación actualizada de lo que los ciudadanos piensan y legítimamente quieren en este asunto: el fin de las corridas de toros".

En su más reciente recomendación oficial, Pedro Emanuel Paiva pide que el Ayuntamiento de Lisboa busque el diálogo con la Casa Pia de Lisboa, para cambiar la obligatoriedad de la celebración de espectáculos taurinos en la Plaza de Toros de Campo Pequeno.


"Sólo a través de un diálogo entre el municipio y la Casa Pia de Lisboa se pueden encontrar los cambios legales a las cláusulas contractuales que obligan a la celebración de espectáculos taurinos en la plaza de toros de Campo Pequeno", dice la recomendación.

En mayo de 2019, el entonces alcalde de Lisboa, Fernando Medina, envió una carta a Casa Pia liberando a la institución de la celebración de corridas de toros en la Praça do Campo Pequeno.

En la recomendación oficial al Ayuntamiento de Lisboa, Pedro Emanuel Paiva también añade que es "crucial" que el municipio evite promover espectáculos taurinos.

"Es crucial que el Ayuntamiento de Lisboa asuma un compromiso serio como marco ético y legal mínimo en materia de tauromaquia, absteniéndose de apoyar o promover -directa o indirectamente y a cualquier título- la celebración de estos eventos socialmente divisivos", se lee en el documento.

Santuario taurino

Pedro Emanuel Paiva defendió también la creación de un santuario del toro bravo en el municipio, como medida de protección y preservación de esa especie, así como la posibilidad de, a través de ese santuario, originar un nuevo concepto económico, en cooperación con la "Reserva Del Toro Bravo", fundada por el empresario portugués Miguel Aparício.