La modificación introducida por el Gobierno en el diploma, ha subrayado Marcelo Rebelo de Sousa, "probablemente será suficiente para promulgarlo".

El Consejo de Ministros aprobó el jueves cambios en el diploma sobre la progresión en la carrera de los profesores que el Presidente de la República había vetado el día anterior, pero el Gobierno se ha negado a detallar las modificaciones por ser fruto de una "interacción directa" entre el primer ministro, António Costa, y el jefe del Estado.

Marcelo Rebelo de Sousa subrayó que el diploma anterior "aparecía como cerrando la puerta" y reveló que había defendido, con el Gobierno, que el documento tenía que "en cualquier lugar, incluso si [estaba] en la fase preliminar, dejar una puerta entreabierta".

"No es para los futuros gobiernos que se elijan, a partir de 2026. Es para considerar que, incluso en esta legislatura, se dejó una puerta entreabierta para continuar el diálogo y los dinamismos sociales para poder tener alguna libertad de expresión, aunque sea limitada", observó.

El nuevo diploma, según el Presidente de la República, establece que las medidas tomadas por el Gobierno "no prejuzgan en diferentes contextos, concretamente en futuras legislaturas, pasos que se puedan dar, respetando lo ya adquirido".

"No dice que no perjudiquen en futuras legislaturas solamente. La palabra a saber es fundamental, por alguna razón está ahí. Quiero decir, entre otras cosas, en futuras legislaturas. Es una puerta abierta para esta legislatura", subrayó.

Para el jefe del Estado, esta fórmula será "la máxima puerta abierta que el Gobierno entiende que puede dar" para no desvirtuar su posición de principios y "es la mínima" para él, ya que "hay una diferencia entre cerrado y medio abierto". .

"Y entreabierto significa abierto. Estrecho pero abierto", señaló.

Tras admitir que puede ser criticado por inmiscuirse en asuntos de Gobierno, Marcelo señaló que mantuvo conversaciones con el Primer Ministro sobre el tema: "Lo que no faltó fue diálogo y la idea no es crear un conflicto, es una cuestión de fondos", dijo.

Otros también pueden criticarle porque la medida cuesta dinero y porque los sindicatos pueden organizar acciones de lucha, reconoció, defendiendo que "siempre es necesario encontrar caminos para no cerrar puertas en las relaciones entre las personas, en las familias, en la sociedad y en la política".

El presidente dijo que había notado que los profesores con los que se había reunido "estaban desmotivados" y se preguntó "quién, en el futuro, va a querer ser profesor, si no hay ninguna señal de esperanza".

"Si no se da esperanza, en el futuro los jóvenes harán otra cosa, dentro o fuera del país, y no se dedicarán a la enseñanza", añadió.