"La solución para Lisboa es Montijo. No apoyo la construcción de un aeropuerto en medio de la nada", dijo Michael O'Leary.

A la pregunta de cuál sería la mejor localización para el nuevo aeropuerto, el responsable de Ryanair, consideró que, con Montijo, "Lisboa está en la increíble posición de ser una capital servida por dos aeropuertos dentro de la ciudad".

Michael O'Leary argumenta que Lisboa se beneficiaría de la posibilidad de tener dos aeropuertos, Portela y Montijo, como Roma y Bruselas, capitales europeas que también tienen dos aeropuertos, así como Barcelona, donde hay tres.

Para O'Leary, no hay duda de que la construcción del nuevo aeropuerto debe tener lugar en Montijo, sobre todo porque el aeropuerto ya existe y, según Michael O'Leary, sólo falta construir la terminal.

"El aeropuerto ya existe, sólo necesita un edificio terminal y esto se puede hacer por menos de 20 millones de euros", afirmó, añadiendo que Ryanair estaría dispuesta a pagar esa cantidad para abrir el aeropuerto rápidamente, pues ya llevan 12 años perdidos "en estudios y estudios medioambientales, otros estudios y más estudios".

Michael O'Leary también considera que Portela puede recibir un número de pasajeros superior a los más de 25 millones que recibió el año pasado, como ocurre en otros aeropuertos europeos que, como el de Lisboa, también son infraestructuras de una sola pista.

"Portela es capaz de recibir fácilmente 30 o 40 millones de pasajeros. Hay una mala gestión, como vemos en el ejemplo de Gatwick, que recibe 60 millones de pasajeros y también es un aeropuerto de una sola pista. En el caso de Dublín ocurre lo mismo y recibe 34 millones de pasajeros al año", consideró el consejero delegado del grupo Ryanair.

La capacidad de Portela podría resolverse fácilmente, mediante una reorganización de la terminal, ya que, argumentó, ya no son necesarios tantos mostradores de facturación, debido a la expansión masiva de la facturación online.

"Hay varias medidas que se pueden tomar y una de ellas es simplemente aumentar el número de franjas horarias, si la terminal no fuera un obstáculo. Esto también debe cambiar porque la forma en que la gente utiliza una terminal también ha cambiado drásticamente", explicó, destacando que "la mayoría de los pasajeros facturan online" y que "las largas colas para facturar son cosa del pasado".