"El impacto de la sequía ha sido realmente devastador durante muchos meses y sólo se ha visto mitigado por las recientes lluvias de otoño/invierno. Afectó y, en realidad, sigue afectando a la mayoría de los cultivos y regiones, pero los efectos fueron más graves en el sur del país, donde las precipitaciones fueron menos significativas, especialmente en el Algarve, con una situación de crisis que ahora es muy visible", señaló el secretario general de la PAC, Luís Mira, en respuesta a Lusa.

Está en juego la cultura actual, la supervivencia de los productores y de las plantas, dijo, añadiendo que en el Alentejo, incluso con el "efecto Alqueva", la situación era crítica, con ausencia de pastos y abrevaderos para los animales.

Asociada a la reducción de la producción está el aumento de las importaciones y de los precios, debido a factores como el aumento de los costes de transporte.

Aun así, como Portugal forma parte del mercado europeo, la falta o escasez de productos agroalimentarios es "altamente improbable".

El Gobierno anunció un conjunto de medidas para combatir la sequía en el Algarve y el Alentejo, como la reducción del consumo urbano en la región en un 15%, en comparación con el año anterior.

En cuanto al abastecimiento agrícola, está previsto un recorte del 50% en el volumen destinado al riego en el perímetro hidroagrícola de Sotavento, una reducción de cerca del 40% en el volumen utilizado para el riego del embalse de Funcho y una disminución del 15% en la captación de aguas subterráneas para el riego.

"En un escenario de absoluta emergencia, en el que tenemos que hacer frente a una situación que conlleva elevados costes económicos y sociales para las regiones en cuestión, las medidas anunciadas son, ante todo, injustas para los agricultores, ya que, al no ser proporcionales ni equitativas, nos dejan a merced de la quiebra total", declaró Luís Mira.

La PAC recordó que están en juego muchos puestos de trabajo y la viabilidad de varias empresas, destacando la necesidad de un plan de apoyo específico para las empresas que se quedarán sin ingresos.

Para la confederación, las medidas siguen siendo insuficientes a la hora de combatir los efectos de la sequía, no siendo más que meros "cuidados paliativos".

Así, subrayó que el Gobierno, "aunque esté en la gestión [...], no puede quedarse de brazos cruzados, mostrando la inercia habitual".

Además del apoyo a los agricultores, que debe incluir medidas especiales y de emergencia, como el "despido" simplificado, la PAC reclama la reactivación de los pozos municipales y la simplificación de los trámites para la apertura de nuevos sondeos.

Por otra parte, es necesario revisar los caudales ecológicos y adoptar medidas estructurales de gestión y almacenamiento de los recursos hídricos.

"Es necesario invertir en la modernización de las infraestructuras hidráulicas existentes, asegurando las mínimas pérdidas de recursos hídricos, y es necesario invertir en nuevas explotaciones y canales de distribución que, además de un almacenamiento eficiente del agua, permitan llevar el agua desde los puntos donde hay abundancia a aquellos donde escasea", señaló.

A pesar de ser consciente de que la realización de estas inversiones llevará tiempo y mucho dinero, CAP aseguró que estas decisiones deben tomarse hoy, ya que la situación de sequía tenderá a empeorar.

"Para muchos agricultores, desgraciadamente, será demasiado tarde", concluyó.