Según el responsable de la aerolínea irlandesa, los casos de violencia a bordo han aumentado este verano, con incidentes cada semana debidos a la combinación de alcohol con "polvos y pastillas".
"No es tan fácil para las compañías aéreas detectar a personas ebrias en la puerta de embarque, sobre todo si embarcan con otras dos o tres personas. Mientras puedan levantarse y mezclarse, pueden pasar. Luego, cuando el avión despega, vemos el mal comportamiento", explica O'Leary en The Telegraph.
"No permitimos que la gente conduzca borracha, y sin embargo seguimos subiéndolos a aviones a 33.000 pies de altura", dijo.
Para el consejero delegado de la aerolínea de bajo coste, el número de agresiones entre pasajeros podría disminuir si se prohibiera la venta de más de dos bebidas alcohólicas por tarjeta de embarque.
"Los aeropuertos se oponen a esta medida y dicen que sus bares no sirven a pasajeros borrachos. Pero sirven a los familiares de los pasajeros borrachos", dijo, y añadió que los vuelos procedentes del Reino Unido son especialmente propensos a la violencia, sobre todo en los llamados "destinos de fiesta".
O'Leary aseguró que la medida "no afectará a los beneficios" de los aeropuertos, porque "los bares pueden seguir vendiendo sus bebidas y comida".