Lisboa es uno de los casos piloto de estudio del proyecto"Cool Noons", coordinado científicamente en Portugal por investigadores de la Universidad de Coimbra. El proyecto pretende establecer "caminos frescos" en las ciudades a través de "rutas en las que la presencia de jardines y sombra proporcione una experiencia más agradable a residentes y turistas", reveló la Universidad de Coimbra (UC) en un comunicado.

"Cool Noons" se está llevando a cabo en otras cuatro ciudades de la región mediterránea: Budva (Montenegro), Dubrovnik (Croacia), Imola (Italia) y Marsella (Francia).

Según el equipo, dirigido por Ana Maria Caldeira, investigadora del Centro de Estudios de Geografía y Ordenación del Territorio (CEGOT), "las ciudades se enfrentan a un escenario de riesgo para el turismo y la calidad de vida urbana, en particular las actividades al aire libre como el turismo y las actividades de ocio", debido a "olas de calor cada vez más intensas y frecuentes".

El estudio del confort térmico de residentes y visitantes, sobre todo en los meses de verano, pretende poner en marcha "medidas eficaces para refrescar las rutas urbanas más utilizadas, especialmente durante las horas más calurosas del día, mediante soluciones innovadoras basadas en la naturaleza", añaden los investigadores.

En Lisboa, el equipo de la UC está colaborando con el Ayuntamiento para estudiar el impacto de los caminos frescos seleccionados por el municipio y "probar soluciones de refrigeración que pronto comenzarán en Alvalade y Monsanto".

Los investigadores están recopilando datos sobre el impacto de la temperatura del aire en los visitantes de la ciudad y las ventajas de estos "caminos frescos" para turistas y residentes, antes de coordinar una evaluación científica de los beneficios potenciales de las intervenciones previstas.

Además de identificar rutas más frescas, en las ciudades participantes se están creando zonas libres de peatones, instalando toldos de sombra, plantando árboles e instalando mesas de picnic con protección solar y jardineras.

En el Museo Marítimo de Dubrovnik se está probando una aplicación de realidad aumentada para atraer a los visitantes a espacios refrescados como forma de combatir no sólo el calor sino también la congestión en las atracciones centrales de estas ciudades.

Según el comunicado, el equipo de la UC "espera que este proyecto pueda contribuir a reflexionar sobre el futuro de las ciudades y su adaptación al cambio climático, especialmente en la planificación urbana y las iniciativas de desarrollo".

El proyecto "Cool Noons" está financiado con más de 1,8 millones de euros por el programa Interreg Euro-MED de la Comisión Europea, dirigido por la Agencia de Ciudades y Territorios Mediterráneos Sostenibles (Agence des Villes et Territoires Méditerranéens Durables), y reúne a nueve socios de cinco países.

El proyecto (disponible en https://coolnoons.interreg-euro-med.eu/) se desarrollará hasta septiembre de 2026.