Aunque muchos de nosotros sabemos que mantenerse hidratado es fundamental para gozar de buena salud, los efectos de la deshidratación pueden ir mucho más allá de la simple sensación de sed y el dolor de cabeza.
Incluso una deshidratación leve puede afectar silenciosamente al cuerpo y a la mente de formas inesperadas. Por ejemplo, un estudio reciente dirigido por investigadores de la Universidad John Moores de Liverpool descubrió que las personas que habitualmente bebían menos de los 1,5 litros de agua recomendados al día mostraban niveles elevados de cortisol, la principal hormona del estrés.
En el estudio participaron 32 personas divididas en dos grupos: un grupo cumplía regularmente las recomendaciones de ingesta diaria de líquidos (entre seis y ocho vasos de líquido al día, lo que equivale aproximadamente a entre 1,5 y dos litros), mientras que el otro no.
Cada participante dispuso de sólo 10 minutos para preparar una entrevista de trabajo sorpresa seguida de una prueba de cálculo mental. Las muestras de saliva tomadas antes y después de la prueba de estrés revelaron que los que bebían menos agua tenían mayores niveles de cortisol.
¿Qué otros efectos sorprendentes puede tener la deshidratación en el organismo? Consultamos a dos médicos de cabecera para descubrir las consecuencias menos conocidas de no beber suficiente agua...
1. 1. Mal aliento
"Aunque conocemos los síntomas habituales de la deshidratación provocada por la exposición al sol o el ejercicio, como el cansancio, los dolores de cabeza, la sed, los mareos, la disminución de la producción de orina, la orina oscura y la sequedad de boca, hay varios efectos menos conocidos que pueden producirse si no se trata la deshidratación", dice el Dr. Naveed Asif, médico de cabecera de The London General Practice. "Por ejemplo, el mal aliento puede ser consecuencia de la disminución de saliva, que normalmente ayuda a neutralizar las bacterias de la boca".
2. Antojos de azúcar
"También es común experimentar antojos de azúcar cuando se está deshidratado, ya que el hígado requiere agua para convertir el glucógeno en glucosa para obtener energía, lo que conduce a niveles más bajos de glucosa en el cuerpo", explica Asif.
3. Empeorar las alergias
"Las alergias pueden empeorar cuando se está deshidratado debido al aumento de los niveles de ciertas sustancias químicas en la sangre que aumentan la sensibilidad", dice Asif.
4. Desequilibrio electrolítico y calambres musculares
"La deshidratación tiene un efecto sustancial en el equilibrio electrolítico del organismo", afirma la Dra. Nadira Awal, médico de cabecera especialista en Doctify. "Los electrolitos como el sodio, el potasio y el cloruro son necesarios para diversas actividades biológicas, como la señalización nerviosa y la contracción muscular.
"Cuando el cuerpo se deshidrata, el equilibrio de estos electrolitos esenciales puede verse alterado. Este desequilibrio puede provocar diversos síntomas, desde calambres musculares leves hasta consecuencias más graves como espasmos musculares involuntarios y, en circunstancias extremas, pérdida de conciencia."
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5. Envejecimiento prematuro de la piel
"Una hidratación adecuada es fundamental para preservar la flexibilidad y la salud de la piel", afirma Awal. "Cuando el cuerpo está persistentemente deshidratado, la piel se reseca y pierde elasticidad, lo que la hace más susceptible a irritaciones y daños. Con el tiempo, esto puede provocar un envejecimiento prematuro y un mayor riesgo de problemas cutáneos."
6. Descenso de la presión arterial
El sistema cardiovascular también puede verse afectado por la deshidratación.
"A medida que el cuerpo pierde líquidos, el volumen sanguíneo disminuye, lo que puede provocar una reducción de la presión arterial", señala Awal. "Este descenso de la presión arterial puede provocar una disminución del suministro de oxígeno a los tejidos de todo el cuerpo. En situaciones graves, puede provocar un shock hipovolémico, una afección potencialmente mortal en la que el corazón no bombea suficiente sangre para satisfacer las necesidades del organismo."
7. Impactos cognitivos
La deshidratación también puede tener un profundo impacto en el rendimiento cognitivo.
"El cerebro es extremadamente sensible a los cambios en el estado de hidratación: incluso una deshidratación moderada puede mermar la capacidad mental", afirma Awal. "Los estudios han demostrado que la deshidratación puede afectar a la concentración, la memoria y la toma de decisiones.
"En casos más graves, puede crear confusión y desorientación, lo que es especialmente peligroso en situaciones que requieren estar alerta, como conducir o manejar maquinaria".
8. Poca energía
"La ingesta inadecuada de agua se asocia a menudo con la fatiga y la disminución del rendimiento físico", dice Awal. "El agua transporta nutrientes y oxígeno a las células de todo el cuerpo. Cuando los niveles de hidratación son bajos, este proceso se vuelve menos eficaz, lo que se traduce en niveles de energía más bajos y un rendimiento físico deficiente".
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"Esto puede repercutir en todo, desde las rutinas diarias hasta el rendimiento deportivo, aumentando así el riesgo de lesiones al hacer ejercicio".
9. Aumenta el riesgo de cálculos renales e infecciones urinarias
Los riñones son especialmente vulnerables a las consecuencias de la deshidratación persistente.
"Una ingesta insuficiente de agua puede elevar con el tiempo el riesgo de cálculos renales al aumentar la concentración de minerales y materiales de desecho en la orina", explica Awal. "Esto puede provocar dolorosas cristalizaciones en las vías urinarias. Además, la deshidratación persistente puede suponer una carga adicional para los riñones, aumentando el riesgo de infecciones urinarias y quizá contribuyendo a daños renales a largo plazo."