En un comunicado, la PJ señaló que el caso se remonta al 28 de mayo de 2013, cuando el hombre, armado con un arma eléctrica oculta y un par de nudillos de latón, acudió a la joyería y, tras fingir interés por varias piezas, electrocutó al propietario.

El sospechoso, de nacionalidad extranjera, ató de manos al joyero y le tapó la boca con cinta adhesiva, para después arrastrarlo hasta la zona de almacenes, donde lo maniató y abandonó.

"Con la víctima ya neutralizada, abrió las vitrinas y sustrajo varias piezas de oro, entre ellas alianzas, pendientes, pulseras, collares y medallas, valoradas en unos 30.000 euros, antes de darse a la fuga", reza el comunicado.