Actualmente se están instalando más de cien cámaras en lugares clave de la ciudad y del municipio en general. Entre ellos se encuentran las playas fluviales de Azibo, pistas de pádel y otras instalaciones deportivas, el parque urbano de la ciudad, lugares culturales e incluso la escuela primaria local.

El sistema de vigilancia funcionará en contacto directo con la sala de situación de la GNR, lo que permitirá a los agentes supervisar las cámaras continuamente. Según el alcalde, Benjamim Rodrigues, la medida tiene por objeto proteger a las personas y los bienes y evitar el vandalismo, que es un problema recurrente desde hace mucho tiempo. Subrayó que los actos de vandalismo suponen un elevado coste para el municipio, que debe reparar las infraestructuras, al tiempo que perjudican al patrimonio público y causan molestias a los residentes.

"Esta iniciativa es a la vez una medida disuasoria y un llamamiento a la responsabilidad cívica", dijo Rodrigues, señalando que los incidentes han incluido daños en los muelles del embalse de Azibo y en diversos equipamientos públicos, desde alumbrado y farolas hasta aceras. Aunque estos sucesos no van en aumento, el alcalde insistió en la necesidad de actuar con decisión.

El teniente coronel Vítor Romualdo, de la GNR, destacó que Macedo de Cavaleiros ya tiene un bajo índice de delincuencia, y que las cámaras no son una respuesta al aumento de los delitos. Por el contrario, pretenden reforzar la confianza de los ciudadanos. "No hay motivo de preocupación en cuanto a los niveles de delincuencia. Este sistema pretende garantizar la seguridad y tranquilizar a quienes utilizan los espacios públicos", explicó.

El proyecto, financiado por el ayuntamiento, representa una inversión de varias decenas de miles de euros. No se han revelado las cifras exactas, ya que aún se están adquiriendo más cámaras.