Instaladas en zonas de mucho tráfico, como andenes y pasillos, estas baldosas aprovechan la energía cinética de caminar, correr o hacer rodar el equipaje, creando una solución de emisiones cero integrada en el movimiento cotidiano.
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Las baldosas modulares, duraderas y de bajo mantenimiento, interactúan incluso de forma lúdica con los peatones, recordándoles que cada paso ayuda a generar energía renovable.