En esta época del año abundan la tos y los resfriados, pero ¿cómo saber cuándo pueden ser síntoma de algo más grave, como una neumonía?
Reconocer la diferencia entre una tos normal y una infección pulmonar potencialmente peligrosa puede ser crucial para garantizar un tratamiento a tiempo y una recuperación sin problemas.
Para aclarar los signos, hemos hablado con la Dra. Claire Agathou, cofundadora de la A-Z General Practice del Wellington Hospital, que forma parte de HCA Healthcare UK, quien nos ha explicado qué es exactamente la neumonía, cuáles son sus principales síntomas y cuándo hay que acudir al médico.
¿Qué es la neumonía?
"La neumonía es una infección pulmonar que provoca la inflamación de los diminutos alvéolos pulmonares, que se llenan de líquido o pus", explica Agathou. "Esto dificulta el paso del oxígeno al torrente sanguíneo, lo que provoca tos, disnea y fiebre.
"Puede afectar a un solo pulmón o a ambos, y puede ser leve o potencialmente mortal.
¿Cuáles son sus causas?
"La neumonía suele estar causada por una bacteria llamada streptococcus pneumoniae, pero también pueden desencadenarla virus y, con menos frecuencia, hongos. A menudo la denominamos neumonía atípica", explica Agathou. "La neumonía puede desarrollarse tras una enfermedad vírica como la gripe, cuando el sistema inmunitario está muy decaído, o cuando se inhalan bacterias en los pulmones".
¿Cómo puedo saber si mi tos se debe a una neumonía o a una infección vírica o una alergia? ¿Existe alguna diferencia clave a la que deba prestar atención?
"Normalmente, una tos más vírica o alérgica tiende a ser más seca. A veces, si es vírica, también está relacionada con dolor de garganta o sensación de congestión, y suele mejorar sola al cabo de una o dos semanas", dice Agathou.
Sin embargo, subraya que la tos de la neumonía suele ser "productiva", es decir, produce mucosidad o flemas.
"Si expulsa flemas verdes, amarillas o de color óxido y empieza a tener mucha fiebre o le falta el aire, esas son las cosas que le harán pensar que podría tratarse de una neumonía", dice Agathou. "Por lo general, se sentirá más indispuesto y débil con una neumonía que con un simple resfriado o síntomas similares a los de la fiebre del heno, si se trata de una alergia".
Créditos: AP;
¿Hay algún otro síntoma clave al que deba prestar atención?
"Otro síntoma importante es el dolor torácico o dolor al inspirar", subraya Agathou. "Otro síntoma común que vemos, sobre todo en adultos mayores, es la confusión. Además, cuando se tiene una neumonía se puede orinar mucho menos y se tiende a estar deshidratado, así que estas son otras cosas a las que hay que prestar atención."
¿Quién corre más riesgo?
"Cualquiera puede desarrollar una neumonía y muchos adultos sanos se recuperan bien con antibióticos", dice Agathou. "Sin embargo, las tasas son mucho más altas en comunidades vulnerables, por ejemplo en ancianos o personas con función inmunitaria reducida o afecciones respiratorias".
"Es muy importante que los bebés, los ancianos o las personas con enfermedades crónicas, sistemas inmunitarios debilitados o afecciones respiratorias que presenten síntomas sean atendidos con prontitud".
¿Cuándo hay que acudir al médico para consultar los síntomas?
"Si tienes una tos persistente de cinco a siete días, deberías ir al médico", aconseja Agathou. Pero, independientemente del tiempo transcurrido, si tienes una tos muy fuerte, te sientes muy mal y empiezas a notar que tu respiración se sale de lo normal, yo me pondría rápidamente en manos de un médico de cabecera".
"Si se trata de una neumonía, hay que tratarla lo antes posible cuando es leve, para evitar que empeore".
¿Cómo se diagnostica la neumonía?
"Cuando vas al médico de cabecera, comprobamos tus niveles de oxígeno, tu frecuencia respiratoria, tu temperatura, tu pulso y todas esas cosas que pueden indicarnos la gravedad de la infección", explica Agathou. "También le auscultamos el tórax para ver si oímos algo raro y, si estamos muy preocupados, podemos organizar una radiografía".
¿Cómo se trata la neumonía?
"Si se trata de una neumonía típica, las principales fuentes de tratamiento son los antibióticos y los líquidos", explica Agathou. "Suelen recetarse antibióticos por vía oral, siempre que la persona sea capaz, no vomite y se encuentre en condiciones adecuadas para ser tratada en casa. Sin embargo, los casos más graves necesitan atención hospitalaria, oxígeno y líquidos".
¿Por qué las personas son más propensas a la neumonía en los meses más fríos?
"En los meses más fríos, nuestro sistema inmunitario trabaja más debido al estrés provocado por la respuesta al frío, y también porque las infecciones tienden a propagarse más", dice Agathou. "También sabemos que la gripe es más frecuente en los meses de invierno, y cuando la gente tiene gripe o virus significa que su sistema inmunitario puede estar más débil y por eso es más susceptible de contraer neumonía".
¿Hay alguna forma de prevenir la neumonía?
"Se trata de asegurarse de que el sistema inmunitario se mantiene lo más fuerte posible", dice Agathou. "Por ejemplo, haciendo cosas que pueden ayudarnos a combatir mejor las infecciones, como asegurarte de que vas bien abrigado y tomar multivitamínicos".
"Además, si cumples los requisitos para recibir la vacuna contra la gripe y/o la vacuna Covid, deberías plantearte ponértelas".








