En una declaración enviada a la Comisión del Mercado de Valores (CMVM), Galp afirma que "seguirá abasteciendo al mercado regional manteniendo el funcionamiento de las principales instalaciones de importación, almacenamiento y envío de productos existentes en Matosinhos", y que está "desarrollando soluciones adecuadas para la necesaria reducción de la fuerza de trabajo y para evaluar otro uso para el complejo".

La empresa afirma que "los cambios estructurales en las pautas de consumo de productos petrolíferos motivados por el contexto normativo y el contexto de la covid-19 tuvieron un impacto significativo en las actividades industriales de transformación de Galp", y afirma que "el suministro y la distribución de combustibles en el país no se verán afectados por esta decisión".

Esta reconfiguración "permitirá una reducción de más de 90 millones de euros al año en costes fijos e inversiones y c.900kt de emisiones de CO2 (alcance 1 y 2) asociadas al sistema actual", dice la nota.

Galp también dice que se centrará en "aumentar la resistencia y la competitividad de Sines, con una capacidad de procesamiento de crudo de 200kbpd y equipado con unidades de conversión más altas, y se están analizando iniciativas para aumentar la eficiencia de sus procesos, así como la integración de la producción de biocombustibles avanzados y otros productos con bajo contenido de carbono y mayor valor añadido".

"Las posibles inversiones asociadas a estas iniciativas podrían apoyarse en los ahorros de la reestructuración en curso y en los mecanismos de apoyo a la transición energética", añade la empresa.