La Praia da Galé-Fontaínhas está situada en Grândola, justo debajo de Lisboa.

Esta enorme playa está rodeada de acantilados de arenisca que pueden llegar a tener una altura de más de 50 metros y muestran evidencias de fósiles que datan de casi 5 millones de años. A lo largo de los 2,2 kilómetros de longitud de la arena es bastante fácil encontrar un lugar poco concurrido y también para los nadadores y surfistas siempre habrá espacio. Pero ten cuidado cuando te metas en el agua, las corrientes son fuertes y los nadadores inexpertos a menudo se encontrarán en aguas profundas muy rápidamente.

Durante la temporada de baño, la playa es supervisada por socorristas e incluso fue premiada con el Gold Quality Beach Award por sus condiciones ambientales.

El acceso a esta playa se realiza a través del camping Galé y el aparcamiento puede estar a un paso de la playa. Si estás en la zona y tienes algo de tiempo libre, definitivamente vale la pena visitarla.