El Ejecutivo comunitario explica, en un comunicado difundido el 4 de febrero, que los Estados miembros tenían hasta el 21 de diciembre de 2020 para transponer el nuevo Código Europeo de Comunicaciones Electrónicas a la legislación nacional, pero hasta esa fecha "sólo Grecia, Hungría y Finlandia han notificado a la Comisión que han adoptado todas las medidas necesarias para la transposición de la Directiva, declarando así su completa transposición".

Por ello, la Comisión envió cartas de notificación a Portugal y a otros 23 países de la UE (Bélgica, Bulgaria, República Checa, Dinamarca, Alemania, Estonia, Irlanda, España, Francia, Croacia, Italia, Chipre, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Países Bajos, Austria, Polonia, Rumanía, Eslovenia, Eslovaquia y Suecia), pidiéndoles que "adopten y notifiquen la adopción de las medidas pertinentes".

Los Estados miembros tienen dos meses para responder y, si no lo hacen, el Ejecutivo comunitario acude al Tribunal de Justicia de la UE.

El Código Europeo de Comunicaciones Electrónicas, que actualiza el marco normativo que regula el sector europeo en el ámbito de las telecomunicaciones, entró en vigor en diciembre de 2018. A partir de esa fecha, los Estados miembros tienen dos años para aplicar la nueva normativa.

En el comunicado, Bruselas destaca que esta legislación "moderniza el marco regulador europeo de las comunicaciones electrónicas, para mejorar las opciones y los derechos de los consumidores, por ejemplo, garantizando contratos más claros, la calidad de los servicios y mercados competitivos".

"El Código también garantiza un mayor nivel de los servicios de comunicación, incluidas unas comunicaciones de emergencia más eficientes y accesibles. Además, permite a los operadores beneficiarse de unas normas que fomentan las inversiones en redes de muy alta capacidad, así como de una mayor previsibilidad normativa, lo que conduce a unos servicios e infraestructuras digitales más innovadores", señala la institución.