Sin embargo, en las salidas, el tiempo máximo de espera fue de 35 minutos durante la mañana, según la empresa gestora del aeropuerto.

Según ANA, la huelga parcial de los trabajadores del Servicio de Extranjería y Fronteras (SEF), iniciada el 14 de agosto, continúa sin tener "impacto relevante en el resto de aeropuertos".

La protesta de los trabajadores pretende ser "considerada en el proceso de reestructuración" del SEF, que implica cambios en la entidad, recordó la semana pasada el líder del Sindicato de Inspectores de Investigación, Inspección y Fronteras (SIIFF), Renato Mendonça.

El dirigente sindical recordó que la ley les obliga a "convocar a las estructuras representativas de los trabajadores y llevarlas a participar" en las negociaciones colectivas, pero que el Gobierno ha adoptado una postura autocrática, que de continuar implica seguir con la huelga y "avanzar hacia formas de lucha más duras". Y eso provoca otro tipo de impacto".

Renato Mendonça explicó que la huelga parcial tendrá lugar al menos hasta finales de agosto y que el mayor impacto se ha producido en Lisboa, una estrategia que, según él, pretende "causar un menor impacto en el flujo de pasajeros y en el funcionamiento normal de los aeropuertos", lo que aseguró que es "fácilmente verificable por el hecho de que las colas han alcanzado su pico de cuatro horas".

El dirigente, la semana pasada, ya estimó como "posible que ocurra lo mismo" dado el "elevado" número de vuelos previstos para este fin de semana.

La huelga fue convocada por el SIIFF ante la falta de respuesta del Gobierno sobre el futuro de los inspectores, tras la aprobación del proyecto de ley que "prevé el traspaso de las competencias policiales del SEF a la PJ, PSP y GNR".

La huelga no contó, sin embargo, con la participación del Sindicato de la Carrera de Investigación e Inspección del Servicio de Extranjería y Fronteras (SCIF/SEF).

La protesta comenzó el 14 de agosto y abarca parcialmente a todos los empleados que trabajan en los principales puestos fronterizos del país.