El principal acusado, residente en Soure, fue condenado a una pena única de seis años de prisión por los delitos de tráfico y mediación de armas, posesión de armas prohibidas y blanqueo de dinero, y también fue condenado a pagar 7.000 euros al Estado, dijo el presidente del tribunal.

En el proceso estaban implicados 19 hombres, con edades comprendidas entre los 25 y los 70 años, la mayoría de ellos residentes en la región del Centro de Portugal.

La mayoría de los implicados fueron acusados de comprar armas al principal sospechoso, conocido por los apodos de "Pistolero" y "Motard", para su propio uso o para venderlas a terceros.

Cinco hombres fueron condenados a penas suspendidas, entre dos años y dos años y diez meses de prisión, por participar en el tráfico de armas o por posesión de un arma prohibida.

Siete fueron absueltos de todos los delitos de los que se les acusaba y a los restantes, seis, se les impusieron multas.

Todos los acusados condenados a prisión tenían también como pena accesoria la prohibición temporal de uso y tenencia de armas.

Según Lusa, el principal acusado, residente en Vinha da Rainha, en el municipio de Soure, se dedicaba a la venta de armas de fuego y munición, sin autorización para ello, operando además "muchas veces como intermediario entre compradores y vendedores o como testaferro para que el negocio se realizara por cuenta ajena".

Utilizando un lenguaje en clave para referirse a las armas o a sus partes, el acusado instaba a los compradores a utilizar las aplicaciones Messenger o Whatsapp para comunicarse.

Además de la venta de armas, actividad que habría tenido lugar al menos entre 2018 y 2020, el acusado también transformaba armas de alarma en armas de fuego y reactivaba armas.

En su casa se incautaron decenas de armas, entre ellas rifles automáticos, escopetas, pistolas, revólveres, cuchillos y varias cajas de munición.